¿Qué busca y necesita el WRC en los nuevos eventos del calendario?

El WRC debe reinventarse. La pandemia de COVID-19 y las restricciones de movimiento que están vinculadas a la misma han provocado la cancelación de los rallies de Portugal, Kenia, Finlandia, Nueva Zelanda y Gales, además de obligar a aplazar el Rally de Italia-Cerdeña y mantener en peligro los eventos de Turquía y Alemania. Una situación crítica que ha llevado a la FIA y al promotor del WRC a buscar nuevos eventos con los que completar su calendario. Letonia, Bélgica y Estonia son los tres principales candidatos, si bien hay otras opciones en la recámara. Pero ¿qué busca y necesita el WRC en estos rallies?

Utilizar el soporte de un rally existente para dar forma a una prueba del WRC no es algo fácil y no consiste en ampliar el parque de asistencia y añadir unas pegatinas extra en los laterales de los coches. La conversión de una prueba valedera para el ERC en una cita mundialista implica un sobresfuerzo para los promotores locales, así como la necesidad de que el WRC ceda y adapte su formato. A esto hay que sumar las legislaciones locales, ya que no es fácil cerrar al público 150 kilómetros de tramos por etapa. Ahora el reto es encontrar los rallies que con un gran nivel sean capaces de asumir las exigencias mundialistas.

Las premisas del WRC a la hora de decidir qué pruebas pueden completar el calendario de esta atípica temporada son cuatro. El evento en cuestión debe disputarse en Europa, ser parte ya del calendario de un campeonato como el ERC o tener vínculos anteriores con el WRC, contar con unas características de un perfil similar a alguna de las pruebas canceladas y, por último, tener el soporte económico y gubernamental para asegurar su normal disputa incluso si la prueba se tiene que celebrar sin público o tiene que variar su formato o su fecha por culpa de las restricciones existentes por el COVID-19 en el país en cuestión.

Fotos: Hyundai Motorsport