¿Qué pasara con el nuevo Saab 9-5?

La muerte de Saab, decretada por General Motors unos días atrás aparte del revuelo y conmoción que ha causado en todo el mundo por las implicancias políticas y económicas que esto supone, tanto por las pérdidas de puestos de trabajo directos e indirectos y por la desaparición de una marca mítica en el mundo del motor, con el agravante de conocer que parte de las instalaciones y tecnologías de la casa sueca serán vendidas al fabricante chino Baic, en un momento en que en paralelo se ha acordado la venta de Volvo, la otra gran marca sueca de coches por parte de Ford al fabricante chino Geely.

La pregunta que todos nos hemos hecho desde que conocimos la noticia era qué iba a pasar con la nueva generación del Saab 9-5, el modelo de la casa sueca recientemente estrenado el pasado septiembre en el Salón de Frankfurt y que evidentemente ha supuesto una gran inversión en desarrollo, investigación y diseño, por lo que evidentemente no sería tan fácil como llegar y venderlo por parte a los chinos o quien fuese.

Y las respuestas comienzan a llegar desde el otro lado del Atlántico, ya que se ha sabido que General Motors tendría dentro de sus planes incorporar el nuevo Saab 9-5 a sus líneas de producción en Estados Unidos para comercializarlo bajo la marca Buick, hecho que tiene sentido si cruzamos esta información con los planes de la casa de Detroit para mejorar el posicionamiento de Buick en los segmentos más jóvenes de la población, ya que la edad media de quien compra un coche nuevo en Estados Unidos es de 52 años, quienes compran un Buick tienen 70, por lo que GM ha renovado plantilla y dirige sus esfuerzos de comercialización de Buick en los segmentos más jóvenes de la población comenzando con el atractivo Buick Lacrosse 2010.

Así las cosas, es muy posible que a la última generación del Saab 9-5 sobreviva con otra carrocería, pero con el alma intacta y con el emblema Buick en el capó.

Esa es una posibilidad, pero ahora hay otra, ya que General Motors ha declarado esta mañana que ha prolongado la decisión del cierre definitivo de Saab durante unas semanas, ignoro si de forma voluntaria o por presiones políticas, para dar tiempo a Spyker o a otro potencial comprador para sentarse a la mesa de negociaciones y quitarse a Saab de en medio sin tener que recurrir a su cierre. Cosas del motor.