¿Qué son las carreteras 2+1? Ventajas y similitudes con las vías rápidas
En España ya hay carreteras 2+1, es decir, híbridas entre autopistas/autovías y carreteras convencionales. Permiten una mayor velocidad media del tráfico sin que los límites cambien, dado que es más fácil y más seguro adelantar a vehículos más lentos.
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Publicado: 20/03/2021 21:00
Actualizado: 10/05/2024 12:57
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), a través de la Dirección General de Carreteras, sentó en 2021 las bases legales para que se puedan construir carreteras de este tipo en España. Suponen una alternativa económica a las autopistas y autovías, pero con más capacidad que las convencionales.
La norma que permite su creación se llama Orden Circular 1/2021 sobre Recomendaciones para el diseño de Carreteras 2+1 y carriles adicionales de adelantamiento (consultar en PDF). Fue aprobada por el director general de Carreteras, Javier Herrero.
Dice así el texto: «En este tipo de carreteras existiría una única plataforma donde se mantendría una separación entre sentidos de circulación y se dispondría un carril por cada sentido más otro carril adicional interior dedicado al adelantamiento, dependiendo de la demanda existente de esta maniobra».
La experiencia internacional asegura que se reducen las colisiones frontales, aunque puede haber colisiones contra las barreras
Qué es una carretera 2+1 y cuáles son sus ventajas
Como podemos ver en el croquis de uno de los posibles diseños, se trata de una carretera con una única plataforma, pero más ancha de lo normal.
En función de las características del trazado y el tráfico previsto, aparece un carril destinado al adelantamiento que no implica la invasión del carril contrario, por lo que es mucho más seguro. Como norma general, no hay carril adicional en ambos sentidos en el mismo tramo, se separan adecuadamente en distancia.
La promoción de este tipo de vía guarda relación con la normativa aprobada en 2022 que impide superar el límite de velocidad en vías secundarias para realizar un adelantamiento. Anteriormente, el límite genérico para turismos y motocicletas se podía superar en 20 km/h, propiciando así que la maniobra fuera más rápida y se permaneciera menos tiempo en el carril contrario.
Las ventajas son múltiples, tal y como se afirma en la web del Ministerio:
- Más seguridad que en vías convencionales
- Mayores velocidades medias, más nivel de servicio
- Coste inferior y menor impacto ambiental respecto a autopistas y autovías
- Mayor flexibilidad de diseño
- Facilita el adelantamiento a los vehículos más lentos
Esta norma permite a administraciones, proyectistas, técnicos, etc. el soporte legal necesario para poder proyectar carreteras de este tipo, las carreteras 2+1. España se apunta así a una tendencia de diseño que ya era habitual en países como Alemania, Francia, Finlandia, Irlanda, Rumanía, Suecia, etc. También existen en EEUU, Canadá o Australia.
La norma prevé que se puedan separar físicamente los sentidos de circulación con sistemas de barrera, según la velocidad de proyecto. Si no, quedarán limitadas a 90 km/h, como las vías convencionales, o a menos si fuese necesario. Salvo prohibición expresa, los ciclistas pueden circular por el arcén.
También es posible la existencia de una zona sombreada para poder terminar la maniobra en el caso de haber calculado mal, las zonas de transición, pero de forma mucho menos peligrosa que superando una línea continua y la prohibición de adelantar, que es lo que pasa cuando uno calcula mal en vías secundarias, con todo lo que eso implica.
¿Vuelven las «Vías Rápidas» a España?
Los conductores más veteranos se acordarán de una parte de la teórica referida a las Vías Rápidas, que tenían tres condiciones: una sola calzada para ambos sentidos de la circulación, limitación total de accesos de las propiedades colindantes, y sin ningún cruce a nivel. Se identificaban por la señal con fondo verde.
La reforma legislativa de 2003 (Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre) hizo desaparecer la denominación «Vía Rápida», dado que la denominación era ambigua y los conductores solían ir muy por encima de los límites de velocidad (100 km/h como mucho). Se convirtieron en «Vías para automóviles», con una señalización más discreta. También tenían un tercer carril para facilitar los adelantamientos.
Las carreteras 2+1 recuperan ese concepto, pero modernizado, ya que las ventajas no han cambiado sustancialmente en 18 años. Eso sí, queda ver si impactan en la siniestralidad, aunque evidentemente el control de la velocidad y la correcta ejecución de las maniobras de adelantamiento es muchísimo más fácil de controlar con la tecnología actual y el despliegue de medios de las autoridades.
Fuente: Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana