La gran esperanza de Europa se declara en quiebra, Northvolt se queda sin dinero aumentando la dependencia china

La situación del mercado eléctrico europeo sigue sin despegar. El coche eléctrico sigue sin ser la alternativa que muchos expertos habían vaticinado. Muchas empresas están cambiando sus planes. Bruselas, mientras tanto, trata de tapar agujeros. El Parlamento Europeo se ha visto obligado a retrasar sus normativas. La quiebra de Northvolt es un nuevo contratiempo. La empresa sueca estaba llamada a erradicar la dependencia de China. La empresa se ha quedado sin liquidez tras varios meses apretándose el cinturón. Se abre ahora un periodo de gran incertidumbre.

Los problemas de Northvolt no son nuevos, pero si cada vez más considerables. Ya el año pasado empezó a rumorearse sobre ciertos problemas financieros. Algunos contratos importantes se habían cancelado dejando a la empresa en una situación complicada. La producción se ha hundido entre constantes sospechas de sabotajes chinos. El objetivo era convertir a Northvolt en la CATL europea, pero no parece que vaya a ser así. Bruselas se encuentra ahora con una empresa arruinada en la que ha invertido miles de millones. Dos grandes fabricantes ya han notado las consecuencias.

El problema en sí no es sólo la pérdida del dinero aportado en materia de subvenciones, que también. El problema principal es la delicada situación que deja a la industria eléctrica europea frente a la todopoderosa china. A día de hoy no existe ninguna compañía europea que pueda plantar cara a compañías como CATL o BYD. De hecho, ambas empresas han firmado planes concretos para aumentar su presencia en el Viejo Continente. España recibirá una parte importante de esa inversión. La planta de Stellantis en Figueruelas, Zaragoza, albergará un gran centro de producción de baterías LFP de CATL.

Si bien las autoridades aseguran que Northvolt no será liquidada, la declaración de quiebra demuestra la delicada y grave situación económica en la que se encuentra la compañía. Cabe destacar que sólo la división sueca se ha declarado en quiebra. Las divisiones de Alemania y Estados Unidos no se ven afectadas en sus respectivas jurisdicciones. «A pesar del apoyo de liquidez de nuestros prestamistas y contrapartes clave, la compañía no logró obtener las condiciones financieras necesarias para continuar en su forma actual», escribe la compañía en su comunicado. Northvolt intentará seguir operando en Suecia mientras busca nuevas vías de financiación.

Hace unos meses, a finales del año pasado, Norhtvolt empezó a desprenderse de parte de su estructura con el objetivo de ganar liquidez. Al poco de declararse en quiebra en Estados Unidos, la compañía anunció no sin vergüenza la cesión total de la división Novo Energy a sus socios de Volvo que, a su vez, están controlados por fondos chinos, por el Grupo Geely más concretamente. La operación se tasó a coste cero. Hace apenas unas semanas los suecos se desprendieron de otra de sus secciones, la encargada de fabricar módulos de baterías para vehículos industriales. En esta ocasión Scania se ha hecho con la mayoría de las participaciones. Se desconocen las cifras de la operación.