¿Quién dijo inflación? Ford ha subido los precios de F-150 Lightning en más de 16.000 dólares

Ford está en vías de reinventarse, una vez más, y ser el principal fabricante estadounidense. General Motors y Stellantis no van a ponérselo fácil, pero en el caso de Europa todo es más complicado. Su producto autóctono pierde fuerza y han hecho falta alianzas con Volkswagen para que los números salgan para el futuro.

De la gama estadounidense, algunos productos han llegado a Europa, véase los SUV Edge y Explorer, o los Mustang y Mustang Mach-E. Un modelo que también podría llegar algún día es el Ford F-150 Lightning, el pick-up eléctrico más exitoso en EEUU, ya que se puede producir más que Rivian R1T y el Tesla Cybertruck sigue sin estar homologado.

Pero de llegar por estos lares el F-150 Lightning, apunta a que va a ser un producto Premium al menos en lo que tiene que ver con su precio. Y para llegar a esa conclusión hay que fijarse en cómo han evolucionado las tarifas oficiales en su mercado natal, víctima de la inflación de costes y especialmente de las materias primas.

2022 Ford F-150 Lightning

Cuando se anunció el F-150 Lightning, los precios arrancaban en 39.974 dólares para el modelo básico (2022 Ford F-150 Lightning Pro). Esa tarifa es la recomendada, MSRP, cifra que los concesionarios pueden tanto rebajar como subir lo que quieran. En algún caso, los precios se han duplicado por las dealers markups, pero eso es un tema aparte.

Las reservas del F-150 Lightning hicieron tope en 200.000, cifra a partir de la cual Ford no aceptó más, porque ya era la producción prevista para varios años. Las entregas comenzaron este año, concretamente en mayo. A partir de agosto hubo un incremento notable de precios, después de haber entregado 4.400 unidades a clientes.

La redenominada gama 2023 Ford F-150 Lightning experimentó un incremento de 6.000 a 8.500 dólares, según versión, justificándose en que los costes de producción se incrementaron. El modelo básico, Pro, aumentó en 7.000 dólares, hasta 46.974 dólares. El más caro, Platinum Extended Range, se elevó en 6.000 y se quedó en 96.874 dólares.

2022 Ford F-150 Lightning

A cambio de esos incrementos, hubo un leve aumento de autonomía y alguna mejora en el equipamiento, aunque es más un consuelo que una amortización. En octubre volvió a pasar, y afectó especialmente al modelo básico, subiendo a 53.769 dólares. Hasta ese momento, la tarifa se había incrementado en 13.795 dólares.

Ahora, en diciembre, hay oootra subida de precio para el modelo Pro, que sube 4.100 dólares y se queda en 57.869 dólares. Eso significa que el precio ha aumentado prácticamente un 50%, una salvajada y media. No se han librado otras versiones, que también se han incrementado.

Ford respeta las tarifas desde que se hace el pedido, aunque luego suban precios, solo afectan a nuevos pedidos

Así, la versión XLT se ha incrementado en 4.100 dólares y llega a 65.369 dólares, aunque en la parte superior ya los incrementos se notan menos: 100 dólares más para la versión Lariat (76.360 dólares), y la versión Platinum hasta baja 350 dólares (98.319 dólares). El paso de dólares a euros es prácticamente 1:1, para entendernos, pero a eso hay que sumar más cosas.

2022 Ford F-150 Lightning

Hay que añadir a esos precios el transporte, los aranceles y obviamente el IVA, así que comprar una F-150 Lightning puede ser un negocio ruinoso, y no veremos muchas circulando por Europa. Tiene más sentido esperarse a un modelo de producción europea, porque con tanta inflación y las desventajas de comprar coches americanos, de 60.000 euros el modelo básico no va a bajar.

Ciertamente los vehículos eléctricos son más sensibles a la inflación porque dependen de materias primas que han subido mucho de precio cuando se ha disparado su demanda. En cambio, los modelos térmicos suben, sí, pero menos. Según el fabricante, los precios suben por encima de la inflación, caso de Tesla.

De todas formas, aunque los precios fuesen más razonables, este tamaño de pick-up rara vez se ve en carreteras europeas. En este continente somos más de una talla más pequeña, caso de Toyota Hilux, Volkswagen Amarok, Nissan Navara... y similares. Están mucho mejor adaptadas a las carreteras y calles, aunque sigan siendo vehículos muy grandes.