La auténtica razón por la que Tesla baja los precios de sus coches (o los sube)
Resumidamente, Tesla juega con la oferta y la demanda. Si tiene más pedidos de los que puede atender, sube los precios. Si es al revés, baja precios. La paciencia del consumidor se pone a prueba con ese baile de cifras.
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Publicado: 16/04/2023 20:15
En la industria del automóvil algunas cosas están más que asentadas desde hace tiempo. Una de ellas es la relación de producción de las fábricas respecto a su capacidad teórica. Cuanto más se acerca al 100%, más rentable es el proceso, y cuando baja del 80% los problemas son bastante preocupantes.
Tesla ha afrontado su segunda rebaja de precios en lo que va de 2023, un proceso que empezó en China a finales de 2022, tras varias alzas de precio previas. La compañía había admitido que las alzas de precios eran preventivas, respecto a cómo evolucionaban los precios de las materias primas, y que elevaron precios por encima de la inflación.
Uno de los secretos de Tesla para ser un fabricante tan rentable (hoy día, claro) es tener una mínima complejidad a la hora de fabricar coches y maximizar la capacidad de sus fábricas. Por lo tanto, los costes fijos, que son muy elevados (recordemos aquello de las «incineradoras de dinero»), se reparten al máximo entre todas las unidades producidas.
De enero a marzo Tesla batió otro récord de entregas trimestral, 422.875 coches a nivel mundial
Otro de sus secretos es mantener siempre un colchón de pedidos para que las fábricas estén a tope todo el tiempo posible, para evitar que la demanda sea inferior a la producción. Ese colchón debe estar siempre por encima de unos valores de seguridad, y en China empezó a secarse primero. Puntualmente llegó a ser cero, cada nuevo pedido se podía entregar en una semana de plazo.
El último análisis de dicho colchón, efectuado por Troy Teslike a partir de datos públicos, señala que en los mercados estadounidense, canadiense y europeo, el colchón iba de los siete a los 20 días desglosando por versiones. Por lo tanto, era imperativo elevar la demanda con el mecanismo más sencillo conocido: rebajar precios.
El colchón debe tener un mínimo, pero tampoco ser demasiado grande o los plazos de espera superan seis meses o un año, y se pueden perder pedidos
En los últimos meses el mercado de las materias primas se ha estabilizado y han dejado de subir de forma continuada, por lo cual se pueden reducir los precios para garantizar que nuevos pedidos sigan alimentando ese colchón. Por lo tanto, se garantiza que a corto plazo las fábricas van a seguir teniendo una carga de trabajo estable. No pueden vender más coches de los que pueden fabricar, eso está claro.
Por lo tanto, resulta confuso ligar estas rebajas de precio a combatir a otros fabricantes como Volkswagen o BYD. La preocupación de Tesla es mantener una alta utilización de sus fábricas, no vender más que fabricantes que venden menos que ellos. Tanto Volkswagen como BYD fabrican menos coches eléctricos que Tesla (BYD gana en electrificados al incluir los híbridos enchufables).
Los últimos datos que hemos conocido de Troy Teslike son de hace 12 horas, pero están fechados a 15 de marzo porque primero da los datos a sus patrocinadores en Patreon, y a las dos semanas los hace públicos. Sin duda Tesla ha buscado con la rebaja mantener el colchón en el nivel adecuado, no competir con nadie. En caso contrario, Elon Musk recuperaría su expresión para las fábricas: «incineradoras de dinero».
A principios de 2022, el colchón a nivel mundial era de más de 470.000 unidades, por lo que Tesla podía poner precios muy altos para asegurarse márgenes de ganancia incluso con la escalada de precios de materias primas. Justo a finales de año, ese colchón se estimaba en 74.000 unidades. Resulta obvio que Tesla perdió mucha demanda.
En lo que va de 2023, ese colchón está estabilizado en unas 100.000 unidades. Tesla revela una vulnerabilidad con esta política, tendrá graves problemas cuando los competidores les puedan quitar suficientes ventas y ya no baste con bajar precios. No es descabellado pensar eso con una gama que visualmente apenas cambia, pocos colores de carrocería, personalización casi inexistente, etc. Eso sí, de software van casi todos al día.
La falta de compentencia de Tesla es pasajera, tanto en modelos como en volumen, y cuando eso se invierta, Tesla ganará mucho menos dinero
Por otro lado, se han producido distorsiones en transferencias de usados, y hay una oleada de gente que esperaban revender su Tesla con pocos meses a un precio elevado por falta de coches nuevos, pero eso ya no es así, por lo que la diferencia se la han comido por apostar en el momento inadecuado. «Es la economía, estúpido». Los que apostaron a tiempo hicieron buen negocio.
También se ha lanzado el mensaje de que suben los precios por simple codicia empresarial, así que cuando se vean obligados a subir precios de nuevo, su demanda puede caer más de lo esperado, y tendrán que ajustar mucho sus márgenes. Tesla tiene una política de expansión tremendamente ambiciosa, y para eso hay que mantener la rueda girando y con márgenes récord. Les haré la ola como puedan mantener eso indefinidamente, porque todo gran fabricante ha tenido crisis gordas a lo largo de su historia.