El Rebellion #1 se lleva las 24 Horas de Le Mans virtuales; Alonso, 17º tras fallos técnicos

A pesar de que la parrilla de esta edición virtual de las 24 Horas de Le Mans contaba con numerosas estrellas del automovilismo, los errores técnicos de la plataforma sobre la que se basaba esta experiencia fueron en gran parte de la prueba los auténticos protagonistas. La salida y los primeros compases de la carrera transcurrieron con normalidad, si bien poco después los gremlins informáticos comenzaron a hacer de las suyas.

Fernando Alonso y su equipo se vieron sumamente afectados por estos después de un toque con Simona de Silvestro al ir a doblar a su GT, un contratiempo que se agravó aún más con la consecuente sanción y un paso por boxes: «No han sido las 24 Horas de Le Mans virtuales que esperábamos», confesó el propio asturiano en redes sociales inmediatamente. «Creo que una combinación entre un error humano y un fallo técnico del juego nos colocó en una mala situación. Me parece que los directores de carrera nos pusieron una penalización cuando estábamos en el pitlane, algo un poco inusual», prosiguió.

«El juego no te permite bloquear esa sanción y cumplirla una vuelta después para al menos poner gasolina. Cumplimos la sanción pero ni puso gasolina ni cambió los neumáticos, así que nos quedamos sin combustible para la vuelta siguiente. Desafortunadamente nadie esperaba esto, hicimos una buena preparación, así que nos divertiremos en la siguiente. Veremos si podemos optar a otra carrera pronto con este gran equipo», concluyó Alonso antes de coger la bici e irse a recorrer varios kilómetros en el mundo real.

Del mismo modo, el Team Redline de Max Verstappen y Lando Norris sufrió problemas de esta índole similares después de liderar gran parte de la prueba, por el cual decidieron abandonar, al igual que Charles Leclerc acabó viendo cómo su Ferrari 488 terminaba boca arriba sin razón aparente. No obstante, diferentes periodos de bandera roja permitieron regresar primero al equipo de Alonso, aunque a 6 vueltas del líder, y posteriormente al equipo de Verstappen.

La imposibilidad de generar las slow zones realmente comunes en Le Mans derivaron en más de una hora de parón discontinuo para solucionar los problemas con los servidores, un obstáculo característico de la virtualidad del evento. La realización explicó que permitieron volver a correr a Alonso y su equipo no por favoritismos, sino porque preferían tener cuantos más coches en pista mejor además de reconocer que su abandono fue fruto de un cúmulo de infortunios ajenos a su responsabilidad.

Por su parte, el Corvette C7.R de Dani Juncadella recibió la embestida del LMP2 de la británica Katherine Legge cuando esta intentaba reincorporarse a la pista después de haber trompeado. De la segunda posición en la categoría de los GT pasaron a la séptima, aunque volvieron a la carga, llegando a recuperar todo el terreno perdido... hasta que un toque de otro coche les llevó a golpear las barreras por duplicado.

Con la victoria prácticamente decidida en favor del Rebellion Williams #1, la única pelea real por posición se disputó entre el Rebellion #13 y el ByKolles #4 por la segunda plaza, el poleman en la jornada anterior, la cual se resolvió en favor de este último. El Ferrari de Leclerc se fue directo contra las protecciones a falta de únicamente 15 minutos y perdió una rueda, lo que le hizo caer hasta el fondo de la parrilla.