Tom Pagès conquista Las Ventas por cuarto año consecutivo en el mejor Red Bull X-Fighters hasta la fecha

Las Ventas se transformó un año más para recibir a los mejores pilotos FMX del mundo

Con esta edición se cumplen quince años desde que la Monumental madrileña se convirtiera en un escenario emblemático para el FMX. Una vez más, Las Ventas se llenaba hasta la bandera de espectadores tanto locales como extranjeros que han viajado para poder ver a los pilotos ejecutar maniobras de alto riesgo a varios metros del suelo.

Tan clásico es el enfoque ‘sanferminero’ de este evento como las sorpresas iniciales previas al chupinazo que inaugura de forma oficial el Red Bull X-Fighters. Este año, los patrocinadores vestían de forma atractiva ‘la previa’ destacando un repartidor de Dominos Pizza que tras entregar a un aficionado uno de sus productos, realizó una acrobacia sobre una de las rampas del escenario, baúl de repartidor incluido.

Sin embargo, sí que hubo novedades inesperadas. No radicalmente distintas a lo visto otros años pero sí necesarias. En mi opinión la competición se entiende mejor para quien va a ver el espectáculo. Ya no hay una repesca inicial que si no asistes a los entrenamientos a puerta cerrada del día anterior puedes no entender muy bien. Ahora los doce pilotos compiten en tres grupos de cuatro riders. Y de ahí se clasifican seis en total que compiten en grupos de dos. Los tres resultantes compiten en una misma final, donde hasta ahora solo había hueco para dos.

Los trucos pueden superar los 10 metros de altura

El novillero Robinson se estrenaba con un Special Flip

No tan novedad ha sido la inclusión de los dos novilleros que mediante los votos en sus videos han conseguido la alternativa en este evento en concreto. Ha pasado media década desde que el francés David Rinaldo y el local de Albacete, Maikel Melero, saltaban en Las Ventas como los aprendices. Pero de novatos, nada de nada, ni en aquel entonces, ni en el evento de 2016. Tanto Tom Robinson como Sebastian Westberg, inauguraban sus grupos en la primera ronda. Destacó Robinson que en menos de 50 segundos realizaba un Special Flip, truco que años atrás fue sorpresa. 50 segundos en una ronda brillante con unos rivales de categoría. Adam jones, Rob Adelberg y el niño prodigio, Levi Sherwood que ha vuelto con un estilo más limpio y trucos estilizados.

Adelberg mostraba sus cartas ante el novillero con un Body Varial mientras que Adam Jones quedaba oculto entre el grupo de cuatro, donde tanto Adelberg como Sherwood se imponían a sus rivales. El novato mereció pasar, pero otro año será.

En el segundo grupo, abría el melón el ganador por cuarto año consecutivo, Tom Pagès. Ante la mirada asustada de su familia ejecutaba los trucos imposibles y regalaba el Front Flair, un voleto sobre el quarter pipe en sentido lateral, tan complicado como antinatural. Y vaya si le sale bien al francés. Dany Torres, tan aplaudido como habitualmente, no pudo hacerle frente con un Lazy Flip entre su repertorio. Ni a el ni a Clinton Moore que se atrevía con el Volt desde la rampa de 35 metros.

En el tercer grupo, Melero, más maduro que nunca conseguía imponerse ante el novillero y el japonés Taka Higashino. Su compañero de batalla en la semifinal sería Josh Sheehan que con un doble backflip dejaba al público boquiabierto. Un truco ciertamente sensible que inevitablemente nos traslada años atrás al mismo escenario donde Cameron Sinclair nos recordaba que este espectáculo entraña muchos riesgos tras un accidente.

Algunas maniobras son extremadamente complejas

Semifinales donde no hay dudas

En las tres rondas de semifinal, no hubo dudas por parte del jurado. Claros vencedores de sus respectivas rondas en los enfrentamientos de Melero (0) contra Sheehan (5), Sherwood (0) contras Pagès (5) y Adelberg (0) contra Moore (5). Si bien fueron espectáculos individuales tan impresionantes como se espera, ciertamente uno queda con la sensación de que ya ha visto el máximo de cada ‘rider’.

Pagès, ante la mirada de sus padres realizaba los trucos más difíciles

Pero por supuesto, una gran final que incluía un salto adicional en caso de empate, enfrentaba durante 75 segundos a los tres contrincantes. Sheehan se desplomaba en un Flair por culpa de un mal aterrizaje. Una caída sin importancia que para el jurado fue determinante. Pagès, impecable como uno espera, aunque ciertamente emocionado, aterrizaba algún que otro salto con dificultades y se cayó en el ‘bonus trick’ por exceso de altura que obligaba a la moto a caer recta desde muy alto.

Tampoco tuvo mayores consecuencias físicas, pero el francés se levantó rápidamente para regalar al mejor público del mundo la mitad de su equipamiento. Casco incluido.

Pagès y los finalistas celebran el final del Red Bull X-Fighters 2016

Una vez más, pocas dudas por parte del jurado para elevar a Pagès al olimpo de los ganadores, superando en este escenario al mítico Travis Pastrana. Y ahora, con el reloj en la mano, contamos los minutos para la edición en 2017, donde un servidor no imagina cómo puede mejorar un evento de 10 sobre 10.