El nuevo Renault 5 E-Tech Electric no solo presume de diseño, los equipamientos y tecnologías del icónico utilitario al detalle

Hasta hace pocos meses, las marcas no contemplaban ofrecer coches eléctricos pequeños. Su elevado coste de producción apenas deja margen de beneficio en las arcas de los fabricantes pero Renault se ha tirado de cabeza a la piscina rescatando del baúl de los grandes recuerdos a uno de los modelos más populares. El nuevo Renault 5 ya es una realidad, una gama que estará completa con la llegada de la versión más deportiva del Alpine A290.

El más pequeño de los coches eléctricos del Rombo, y casi que también del mercado, se ha presentado en el marco del Salón del Automóvil de Ginebra que, tras unos años en stand-by, ha reabiertos sus puertas. El nuevo Renault 5 E-Tech Electric viene cargado de novedades en todos los sentidos, y en el que la personalización será una de las grandes claves para conquistar a los clientes.

La personalización es clave en el nuevo Renault 5 Eléctrico

La gama cuenta tres acabados -Evolution, Techno e Iconic Cinq- todas con llantas de aleación de 18 pulgadas de serie montadas en neumáticos de medidas 195/55 R18. El básico con un diseño llamado «Disco» en honor al deportivo Renault 5 Turbo. Las del acabado intermedio heredan el mismo estilo que las del concept car presentado en 2021, mientras que el tope de la gama apuesta por el diseño «Chrono», cuya tapa central no cuenta con el rombo sino con el número 5 pintado en rojo.

Renault ofrecerá una paleta de pinturas llamativa, en amarillo y verde, con un efecto purpurina que solamente será visible cuando se echa un vistazo más cercano, y a los que se suman el blanco, negro brillante y azul oscuro metalizado. Todos, a excepción del cuarto, y en los acabados más altos se podrán combinar con un techo de contraste en negro brillante.

Por dentro, el nuevo Renault 5 Eléctrico cuenta con el avanzado sistema multimedia OpenR Link heredado de sus hermanos mayores y basado en Google. El sistema está preparado para ofrecer una amplia suite de aplicaciones móviles, incluso la visión de películas y juegos mientras el R5 se encuentra parado en proceso de carga. Google Maps se encarga de la planificación de las rutas, además de mostrar los puntos de carga necesarios para recargar energía.

El cuadro de instrumentos muestra la velocidad en color, en lugar de en blanco y negro. La visualización en 3D del nuevo R5 en las pantallas no se muestra en monocromo, sino en el propio color de la carrocería de la unidad. No es lo único llamativo del nuevo utilitario eléctrico de Renault, porque también dispone del sofisticado asistente virtual «Reno».

Beneficiado por la inteligencia artificial de ChatGPT, ofrece respuesta a más de 200 preguntas relacionadas con el funcionamiento y mantenimiento del vehículo, así como realizar sugerencias durante la conducción: desde subir las ventanillas para evitar malos olores a activar el modo «Eco» en atascos de tráfico. Además, Renault se ha adelantado a las nuevas normas de seguridad, incluyendo asistentes de conducción en el equipamiento de serie que, a día de hoy, no son obligatorios:

• Frenado automático de emergencia marcha atrás
• Detección de fatiga del conductor
• Alerta de trafico delantero y trasero con corrección de carril
• Salida segura de los ocupantes
• Regulación adaptativa de la velocidad y función «Stop & Go»
• Función de descentrado en el carril hasta 50 km/h
• Sistema de frenado automático post-accidente
• Asistente de estacionamiento manos libres
• Llantas de aleación de 18 pulgadas
• Pantalla central de 10 pulgadas
• Acceso y arranque manos libres
• Compatibilidad inalámbrica con smartphones Android Auto y Apple CarPlay
• Freno de mano eléctrico
• Faros Full LED con cambio automático de luces de cruce y carretera

Por si fuera poco, el nuevo Renault 5 es el primer eléctrico de su categoría equipado con tecnología de carga bidireccional de 11 kW. Un sistema que puede alimentar dispositivos eléctricos con una potencia máxima de salida de 3.700 W, pero con un sistema de protección que evita que la capacidad de la batería descienda de un umbral mínimo de seguridad establecido por el propietario, siempre dejando un margen de energía para atender desplazamientos emergencia.