Renault explica el proceso de creación de nombres para sus coches

Elegir el nombre para los coches nuevos no es una tarea fácil, con expertos dedicado a ello expresamente. Seguramente que más de una vez te habrás planteado de dónde salen ciertos nombres, algunos inspirados en la mitología griega y latina, en los vientos o combinaciones de palabras que ni por asomo podemos imaginar que tengan un significado concreto.

Renault ha cambiado el nombre comercial del nuevo SUV que relevará la próxima primavera al Kadjar, asignándole el de Renault Austral. Inédito por completo y que no se esperaban de ninguna forma. Y es que no sigue la línea de los «K», una letra presente en el Koleos, Arkana y el propio modelo sustituido.

Los nombres de los modelos de Renault son reales

El departamento de Marketing Global de Renault cuenta con un departamento de investigadores de nombres. Su responsable explica que un nombre, como los arraigados «Dauphine», «Espace», «Twingo» y «Clio» dan forma a la personalidad de los modelos, por lo que tienen que ser nombres reales que transmitan una conexión de alguna forma con los clientes.

Durante décadas, los nombres de los modelos de la marca francesa fueron alfanuméricos, combinando uno o dos dígitos con la inicial del nombre de la marca, los «R». Lejos de volver a aquella estrategia, la encargada de buscar los nombres apropiados a cada modelo explica algunos detalles muy interesantes que se esconden detrás de su labor.

Por ejemplo, los nombres reales se crean, por lo que permiten encontrar el ajustado jugando con diferente número de sílabas y teniendo también en cuenta su sonido. En este sentido, el de Austral es fácil de pronunciar en muchas de las regiones del mundo. Pero otros como los del «Clio» y «ZOE» son más aptos para modelos pequeños, con un sonido que evoca juventud y diversión, mientras que el de Talisman suena mejor para modelos grandes. El de «Espace», lógicamente se le asignó a un modelo muy habitable, frente al del «Twingo» que sugiere sensaciones dinámicas e impactante. Un objetivo que logró en la primera generación conquistando a miles de clientes.

En Renault, el proceso de elección de nombre se concentra en tres formas: recuperar un nombre icónico, elegir un nombre de los cientos que dispone -incluidos los de los concepts- y tirar de la creatividad. En cualquier caso, tienen que ser legales, y superar pruebas lingüísticas y culturales en todos los países donde se venderá el vehículo. Se seleccionan tres y será el jefe de la empresa, en este caso Luca de Meo, el que elegirá el definitivo. El de Austral, que evoca naturaleza, vitalidad y el calor del sur, fue registrado en 2005.