Repsol, Cepsa y BP, denunciadas por pactar precios y descuentos fraudulentos

Recientemente te hemos informado de la operación de grandes descuentos iniciada por Repsol, Cepsa y BP -las tres grandes petroleras refinadoras que operan en España- para ofrecer a sus clientes una rebaja final de 30 céntimos por litro de combustible, de los cuales 20 provienen de la imposición realizada por el Gobierno de España para contener el alza de los precios del combustible.

Sin embargo, esta agresiva medida comercial ha hecho saltar las alarmas de los operadores independientes, que ven en la misma un intento de acabar con ellos, especialmente los llamados «low cost».

Pacto comercial encubierto

Así lo ha hecho saber la red independiente de gasolineras EasyGas, que ha informado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de un posible acuerdo encubierto entre las tres grandes petroleras.

La CNMC, organismo encargado de controlar los precios de los carburantes, deberá determinar si efectivamente existe un pacto para hacer un uso comercial de la bonificación de 20 céntimos aprobada por el Gobierno. Según EasyGas, en las campañas publicitarias de estas tres compañías se ofrece un descuento directo de 30 céntimos por litro de combustible, lo que considera una estrategia orquestada para sacar provecho de manera simultánea.

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«Se trata de una política de descuentos irreal y que a las pequeñas compañías gasolineras puede hacer mucho daño», afirma EasyGas, incidiendo en que 20 de esos céntimos corresponden a la bonificación del Gobierno, así como que los restantes 10 dejan en una situación precaria a los establecimientos independientes.

Por su parte, la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (AESAE), ante la aprobación del descuento de 20 céntimos por litro que entró en vigor el viernes 1 de abril, ha manifestado que el descuento ha de hacerse sobre precio de venta, y en consecuencia «la mayor parte de las estaciones no lo están haciendo correctamente, pues su sistema informático no se lo permite, y tienen por tanto un riesgo adicional de no poder recuperar el dinero anticipado al Gobierno, por no haber hecho correctamente la liquidación».

Esto se enmarca en un escenario de alarma generalizada en las estaciones de servicio, que se ven obligadas a adelantar un dinero que el Ministerio de Hacienda aún tiene pendiente de abonar.

Malo para la competencia

La mencionada AESAE también ha incidido en lo que considera un entorno de destrucción de la competencia, ya que se trata de un «sector claramente oligopolístico, no sólo por la pérdida de liquidez, sino también por la venta por debajo del precio de coste a mayoristas como son nuestros socios, dando lugar a una pinza que nos asfixia no sólo financieramente sino económicamente».

Algunas marcas independientes ya han anunciado que si la situación no se soluciona pronto, muchas estaciones de servicio cerrarán en Semana Santa ante la imposibilidad de seguir abiertas.

Fuente: El Economista