Rivian Automotive: El sospechoso proyecto que quiere reabrir la planta Mitsubishi de Illinois
Rivian Automotive, una pequeña compañía bien conocida por quemar subvenciones públicas y no presentar un solo resultado tangible, ha decidido hacerse con la gigantesca y recién cerrada factoría de Mitsubishi en Illinois. ¿Proyecto revolucionario o nuevo fiasco financiero a la vista?
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Publicado: 11/12/2016 17:00
Nuevos proyectos nacen cada año, iniciativas de todo tipo que tratan de introducirse en el complejo mundo empresarial del automóvil, en muchos casos prometiendo incluso revolucionar el mercado con su nueva tecnología. Algunos de menor calado pero otros de gran envergadura, léase el caso de Faraday Future, sin embargo, la mayoría de estos nuevos proyectos suelen tener algo en común, su pronta desaparición.
Recientemente hemos tenido constancia de un nuevo proyecto en Estados Unidos, aunque nuevo no es el adjetivo que mejor lo define, gracias a los reportes que indican que la recientemente cerrada planta Mitsubishi de Illinois podría volver a la vida de la mano de Rivian Automotive. Una desconocida, y sobre todo misteriosa compañía que pretende reactivar la inmensa planta que era cerrada en enero de este mismo año.
La planta en cuestión se encuentra en la población de Normal, Illinois, y nacía como una joint venture entre Mitsubishi y Chrysler en 1988. De ella salieron modelos como los Plymouth Laser o Mitsubishi Eclipse, hasta que en 1995 la planta quedó en manos exclusivamente de la compañía japonesa. Hasta enero fabricaban el crossover Outlander, y de una capacidad de 3.000 trabajadores solo contaba en sus últimos tiempos con una plantilla de unos 1.000.
Teniendo en cuenta que Normal es una población de menos de 60.000 habitantes, el declive y posterior cierre de la planta ha supuesto todo un varapalo para sus ciudadanos, por lo que la noticia de una nueva apertura ha sido acogida con los brazos abiertos por esa comunidad.
El problema surgía cuando tratábamos de encontrar información acerca de esta nueva compañía, que por lo que parece fue fundada hace unos pocos años en Florida. Su cuenta de Twitter no ha publicado ni un solo tweet desde que fue abierta en 2011 y su página web no muestra nada, salvo su propio nombre y el consabido “Coming soon”, y los reportes que hemos podido encontrar en un primer momento son bastante confusos sobre esta empresa.
A inicios de esta década, Rivian Automotive se encontraba en Florida, y anunciaba la llegada de una nueva generación de modelos que no solo prometían ser muy eficientes, sino que serían muy atractivos y sobre todo económicos. El “mágico sistema” anunciado por esta empresa fundada por un entonces recién graduado del Instituto Tecnológico de Massachusetts, R.J. Scaringe, era el de no invertir en costosa maquinaria y sistemas productivos robotizados para apostar por la mano de obra humana, que permitiría mejores costos productivos y mayor rapidez. Exactamente al contrario de lo que es bien sabido en cualquier industria que produzca en serie.
De esa época existen muy pocas imágenes, pero hubo una que nos llamó poderosamente la atención, Scaringe junto a un vehículo azul tapado con una lona, mostrando parte de la zona lateral. Esa imagen es de 2011 y en teoría el primer vehículo de esta empresa se debía lanzar en 2013, un deportivo asequible y con unas cifras de consumo sobresalientes, hasta 60 millas por galón o unos 3.92 litros/100 kms (espectacular cifra para cualquier modelo de gasolina).
No existen más imágenes o reportes del vehículo. Nunca fue lanzado, ni tan siquiera desvelado.
Por lo que tras comprobar que después de varios años de supuesto trabajo de desarrollo de esta ya sospechosa empresa, no solo no hay vehículo, sino que ni siquiera están ya en Florida. Curiosamente, uno de sus eslóganes era algo así como "Estamos construyendo este vehículo porque no existe", un eslogan bastante premonitorio.
Los siguientes reportes que podemos encontrar, tras un buen rato repasando una larga lista de resultados de búsqueda de Google, encontramos nueva información de la empresa en Dearborn, Michigan, lo que quiere decir que en lugar de contratar la ingente cantidad de ingenieros procedentes de la NASA como anunciaban en su día, han decidido en algún momento mudarse al norte, a la zona donde los tres grandes de la industria estadounidense tienen sus sedes y donde se encuentra gran parte del entramado industrial norteamericano relacionado con el mundo del motor.
Actualmente, la empresa continúa anunciando el desarrollo de una nueva generación de vehículos ultraeficientes, sin embargo, no parecen haber presentado nada desde 2009.
Por lo que si inicialmente nos preguntábamos para qué querría una pequeña start-up una gigantesca factoría recién abandonada, que con sus más de 223.000 metros cuadrados solo sirve para fabricar en serie decenas de miles de unidades al año, ahora solo nos podemos preguntar de donde van a sacar la ingente cantidad de dinero que les puede suponer volver a activar esas instalaciones, que como se ve en las imágenes es simple y llanamente inmensa, no apta para proyectos de pequeña envergadura.
Por lo que buscando información sobre la economía de la empresa nos hemos tropezado con unos cuantos informes que añaden incluso más incógnitas a la trayectoria de esta empresa. En un artículo del pasado mes de junio del blog The Capitolist, encontramos el perfecto resumen de la trayectoria de esta compañía, en el que se detalla la considerable contribución que ha tenido en forma de subvenciones públicas estos años.
Inicialmente, la empresa se llamaba Avera Motors, y conseguía en 2009 una más que jugosa subvención de 2.2 millones de dólares para crear su vehículo supereficiente. Poco después, cambiaba el nombre a Rivian Automotive, y tras gastar los 2.2 millones de la subvención y recibir su fundador el premio a “emprendedor del año” en 2011, ni siquiera presentaron un solo vehículo.
Una de las personas que votaron a favor de esa subvención fue Debbie Mayfield, Senadora de los Estados Unidos desde 2016 y actualmente esposa de Robert Scaringe, uno de los tres directores de la empresa y padre de R.J. Scaringe, el fundador de la susodicha compañía.
En aquel momento, Mayfield formaba parte de la Cámara de Representantes y ya era pareja de Robert Scaringe, no se casaron hasta el año 2015.
En 2015, después de haber gastado el presupuesto y sin haber presentado nada, ni haber contratado los cientos de trabajadores que habían prometido, la empresa se trasladó a Michigan, donde se encuentra ahora negociando la compra de la planta de Mitsubishi en Normal, a unas 5 horas en coche de Dearborn.
Según las autoridades de Normal, los planes anunciados para la nueva factoría son a cinco años, reabrirá en 2021 contratando a unas 500 personas inicialmente hasta aumentar paulatinamente hasta una plantilla de unos 1.000 empleados. Según las mismas autoridades, la compañía invertirá 175 millones de aquí a 2024 en la planta.
Esta cifra para un proyecto de siete años, de ser real, se nos antoja claramente insuficiente para un proyecto de cierta envergadura. Como ejemplo, solo en la planta de GM en Bowling Green, donde tan solo se fabrica el Corvette, se han invertido 570 millones en los últimos dos años para ampliar y modernizar ciertas áreas, aunque también se especula que tamaña inversión podría deberse a una necesaria reconversión para acoger la producción del futuro Corvette de motor central.
Que pretende hacer una compañía como Rivian con esas enormes instalaciones y un presupuesto tan escaso es un misterio, puesto que realmente no se sabe en que están trabajando. Robert Scaringe padre es propietario de una empresa de ingeniería en Florida, Mainstream Engineering corp., que entre sus clientes tiene al Ejército y la Armada de los Estados Unidos, pero no existen informes previos de que vayan a aumentar sus instalaciones o capacidad productiva.
Actualmente, tras el proyecto Rivian podemos encontrar nombres como Lawrence Achram, ex vicepresidente de Chrysler, y Larry Erickson, un diseñador que ha trabajado en General Motors y Ford. Curiosamente, uno de los fichajes más sonados de esta pequeña compañía fue el de Peter Stevens, el diseñador del McLaren F1. Este se estrenó como Director de Diseño de Rivian en agosto de 2011, aunque dejó de serlo ya en febrero de 2012, apenas 6 meses después.
En su web personal podemos encontrar algunos de los bocetos que desarrolló para la compañía, entonces en Florida, incluida una versión de competición, aparentemente creada para una copa monomarca para Brasil.
Solo el tiempo nos dirá si Rivian lleva realmente desarrollando estos 7 años un verdadero y supereficiente vehículo, o si simplemente estamos ante otro proyecto que solo vende humo, por decirlo de manera políticamente correcta. Esperemos que los contribuyentes de Illinois no tengan que arrepentirse el día de mañana.