La Roborace presenta la versión definitiva del Robocar
La Roborace ha presentado en el Mobile World Congress de Barcelona la versión definitiva del Robocar, su coche eléctrico y autónomo de competición. La categoría ha estado trabajando en los últimos meses en la Inteligencia Artificial del Robocar a partir de un prototipo basado en un Ginetta LMP3.
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Publicado: 27/02/2017 23:00
Con motivo del Mobile World Congress de Barcelona, la Roborace ha presentado la primera versión a escala real del Robocar, el primer coche eléctrico y autónomo de competición. Este modelo, muy similar a los renders que ha ido publicando el promotor del campeonato en los últimos meses, se aleja del Ginetta LMP3 que se ha utilizado como mula de pruebas para desarrollar la Inteligencia Artifical del futuro Robocar. La imagen futurista de este vehículo es una de las claves de un certamen que permite reunir los mejores ingenieros de software del mundo para competir bajo el paraguas de la Fórmula E.
Con apoyos de marcas, fabricantes y empresas como Michelin, NVIDIA, DHL, Visa o Allianz, la Roborace está poniendo una sólida base para construir el primer campeonato de vehículos eléctricos sin piloto, que por sus similitudes se celebrará compartiendo pista con la Fórmula E. La idea general es contar con un total de diez equipos, con dos Robocar cada uno, en una batalla en la que las diferencias no estarán en las decisiones de los pilotos, sino en el software desarrollado por cada equipo y en la toma de decisiones de la Inteligencia Artificial (IA) que pilotará de forma autónoma. A nivel mecánico todos los vehículos serán idénticos.
El Robocar está diseñado por Kinetik, tiene un peso de 975 kilos, mide cinco metros de largo y dos de ancho. Cuenta con cuatro motores eléctricos de 300 kiloavatios asociados de forma individual a cada una de las ruedas. Según los datos ofrecidos por el promotor de la Roborace, este tren de potencia eléctrico asociado a una batería de 540 kW le permitirá alcanzar una velocidad punta de 320 km/h. Por su parte, la parte asociada a la conducción autónoma queda controlada por una GPU de NVIDIA, concretamente la más potente del mercado. La 'Drive PX2' es capaz de gestionar hasta 24 trillones de operaciones por segundo.
Esta enorme capacidad de procesamiento de datos servirá para analizar toda la información recogida por los 18 sensores ultrasónicos, las 12 cámaras o los dos sensores de velocidad que equipa, además de todos los sistemas de radar, detección de obstáculos y GPS que equipan los Robocar para poder ser controlados por una IA autónoma. Sin duda el mejor soporte para una nueva forma de entender las carreras en el que la carrera evolutiva estará a nivel de software y en el que los ingenieros serán capaces de alcanzar los límites con sus propios programas de inteligencia artificial.
Fotos: Roborace / Daniel Simon