Este Rolls-Royce Cullinan Black Badge oculta un detalle que tienes que mirar dos veces (o más) para verlo

Hasta el detalle más ínfimo puede servir de inspiración a los clientes de Rolls-Royce. Como el propietario de este Black Badge Cullinan Daisy, que ha transformado al lujoso SUV británico en un remanso de paz interior

Este Rolls-Royce Cullinan Black Badge oculta un detalle que tienes que mirar dos veces (o más) para verlo
Black Badge Cullinan Daisy - Rolls-Royce

4 min. lectura

Publicado: 28/04/2025 12:00

No nos cansaremos de repetirlo, pero es lo que tiene tener tanto dinero, que cualquier detalle, por ínfimo que sea, es una fuente de inspiración para los más adinerados clientes de todo el mundo. Está claro que las posibilidades de encontrar un Rolls-Royce igual a otro se desvanecen cada día que pasa, porque lo más mínimo lo hará diferente.

Es el caso de este ejemplar del lujoso y deportivo Rolls-Royce Black Badge Cullinan Daisy. Una creación especial, de la que no queremos saber su precio porque, en esta ocasión, la petición del cliente a los especialistas de la marca del Espíritu del Éxtasis raya la extravagancia absoluta. Cualquiera que se lo encuentre tendrá que ser muy meticuloso para encontrar lo que hace diferente a este ejemplar de otros Cullinan.

Rolls-Royce Black Badge Cullinan Daisy
El techo estrellado del Rolls-Royce Black Badge Cullinan Daisy es una obra de arte.

El Black Badge Cullinan Daisy rezuma lujo y paz interior

Por supuesto, el color que viste la carrocería de este Cullinan más deportivo no es uno más de la paleta de pinturas, sino que se trata de un tono especial de azul claro denominado «Powder Blue». Es elegante y sofisticado, y contrasta a la perfección con el negro propio del acabado deportivo Black Badge, como los bordes de las ventanillas, los listones en los paneles de las puertas o las manijas.

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La tradicional línea trazada a mano que cruza toda la cintura se ha pintado en blanco, y con una margarita justo en la aleta delantera. Un motivo decorativo que esperemos que esté bien protegido, porque es de los que se presta a tratar de quitarlo. Una flor que el dueño de este SUV de lujo admira cuando pase por su ruta de senderismo preferida. Un sitio al que acude cuando necesita «despejar la mente», y que se encuentra en los Altos Tatras, en los Cárpatos, entre Eslovaquia y Polonia, por si quieres visitarlo.

Las fuentes de inspiración en Rolls-Royce son inagotables

Por dentro, el Rolls-Royce Black Badge Cullinan Daisy está revestido en cuero de tres colores -azul, gris y negro- además de presentar una flor a modo de relieve en el salpicadero y también entre los asientos traseros. Por supuesto, no es la única flor porque el propietario, un amante de las margaritas, también ha llevado estas a los listones embellecedores de los umbrales de las puertas que, además, están iluminados.

La única pieza que se libra de este motivo decorativo inspirado en la floricultura es el revestimiento estrellado del techo interior. El cielo también ha sido concebido en función de los deseos del cliente, presentando cuatro constelaciones visibles desde el hemisferio norte, la Osa Mayor, Osa Menor, Géminis y Tauro. La guinda de todo es el módulo recreativo, una caja retráctil que se aloja bajo el piso del maletero para guardar útiles para las rutas de senderismo, aunque dudamos muy mucho de que «abandone» semejante creación en mitad de la nada.

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