El Rolls-Royce Cullinan Black Badge Blue Shadow fusiona lujo y deportividad en 62 unidades que ya han volado

El Rolls-Royce Cullinan acaba de cumplir cinco años desde que fue desvelado. El debut del más lujoso de los SUV de producción en serie tuvo lugar a mediados de mayo de 2018 en uno de los eventos a su altura, en el que solo tienen cabida los bolsillos más profundos y rebosantes de ingentes cantidades de dinero: el famoso Concurso de Elegancia de Villa d'Este en el Lago Como, que se celebra en Italia.

Desde entonces, el modelo de Rolls-Royce, al que la marca prefiere llamarlo todoterreno en lugar de las tres siglas, no ha recibido ningún paquete de mejoras como sí hizo el Phantom. El Cullinan ni acusa el paso, y el peso, del tiempo, ni necesita tampoco un refresco porque se lo quitan de las manos. Enfrascarse en una nueva puesta a punto es un desembolso innecesariamente multimillonario que se resuelve de otra forma, con ediciones especiales como la del Rolls-Royce Black Badge Cullinan Blue Shadow.

Echa un vistazo a la producción del Rolls-Royce Black Badge Cullinan Blue Shadow y sus detalles especiales

El Rolls-Royce Cullinan Black Badge honra a la madre Tierra

La etiqueta deportiva vuelve a ser noticia con una edición limitada a solo 62 unidades que refuerzan sus dos cualidades más notables: el lujo y la deportividad. El exterior se ha bañado en un color especialmente desarrollado para esta ocasión en concreto, el bautizado como «Azul Stardust», destacando el acabado en negro satinado de la parrilla vertical y la misma terminación en color gris de las tomas de aire del paragolpes. La famosa estatuilla del Espíritu del Éxtasis al borde del capó se ha fabricado en titanio impreso en 3D y tintado de azul.

El interior del Cullinan Black Badge Blue Shadow también sorprende con un nuevo diseño. El cuero negro contrasta con destellos en azul en los paneles de las puertas para lo que ha sido necesario aplicar seis capas de pintura para lograr la transición perfecta. Pero no es precisamente lo que destaca, que también sino el nuevo motivo decorativo de los asientos tapizados en cuero perforado que muestra una vista del planeta Tierra desde el espacio, además del revestimiento estrellado del techo. Una vez más, el panel del cuero del techo «Starlight Headliner» contiene más estrellas que nunca, nada menos que 1.183, con 799 blancas y 384 azules más brillantes.

Más espacial que nunca el Rolls-Royce Cullinan Black Badge

Donde no hay novedad es en el apartado mecánico del Cullinan Black Badge, que mantiene su imponente motor V12 de 6.75 litros biturbo y con una potencia máxima de 600 CV y 900 Nm con la que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h. Por supuesto, no conocemos su precio, pero si estás interesado, hemos de decirte que no queda ni una de las 62 unidades que se fabricarán, todas ya vendidas.