Rolls-Royce se va a enfadar, el Cullinan pasa por las manos de BRABUS y ahora es un SUV superdeportivo

Puestos a soñar, el Rolls-Royce Cullinan sería uno de los modelos que se puede encontrar en el top ten de los más deseados del mundo si tuviésemos dinero suficiente para hacernos con un ejemplar. El todoterreno de la marca británica es uno de los modelos más vendidos entre los clientes más exquisitos del mundo.

El exclusivo Cullinan ha pasado por las manos de los más prestigiosos especialistas en tuning, pero nunca antes lo había hecho por los talleres de la casa alemana de Bottrop, más enfocados en modelos como el Mercedes Clase G. La deportividad ha sido el punto en contra que BRABUS ha corregido con el nuevo 700 BLUE SKY, al que ha calificado de «un superdeportivo de altísimo nivel que trasciende todas las definiciones convencionales».

El lujoso Rolls-Royce Cullinan ya tiene su propia variante BRABUS

Los alemanes han respetado su diseño, siendo el área frontal el que adquiere una mayor notoriedad con un nuevo faldón delantero más bajo y también más ancho encajando con las aletas sobredimensionadas. Estas alojan unas grandes llantas de aleación forjadas de 24 pulgadas de diámetro, a la vez que también añade unos marcados faldones que disimulan los diez milímetros que se le ha restado a la distancia de la carrocería al suelo.

Un paquete de componentes fabricados en carbono sellado amén de la sustitución de los elementos decorativos cromados por otros acabados en negro. Por detrás, este Cullinan también dispone de un difusor aerodinámico y dos grandes tubos de escape bañados en negro.

El interior del Cullinan de BRABUS es también otra dimensión, con abundancia de cuero y carbono. Los asientos están tapizados en un atractivo tono de color azul, el que da nombre a la creación, y en contraste con el exterior en negro, con un acolchado de diamantes combinando secciones lisas con perforadas. El nivel es tal que hasta el piso del maletero y del habitáculo presentan el mismo acabado.

El Cullinan de BRABUS supera el estatus de la marca

El material ligero, con una terminación brillante, está presente en el salpicadero, consola central, volante y paneles de las puertas, mientras que los pedales y el reposapiés son de aluminio. La enseña de BRABUS se encuentra en los listones de carbono iluminados en todas las puertas.

BRABUS no ha querido hacer sangre con el motor del Cullinan, como podría haberlo hecho y como es habitual en su mayoría de propuestas. El impresionante motor V12 de 6.75 litros se mantiene intacto y tan sólo ha implantado su unidad de control central para elevar la potencia máxima de los 571 CV originales hasta 700 CV, haciendo lo propio también con el par motor que ahora llega hasta los 950 Nm.

Unas cifras que permiten a este coloso de los SUV acelerar hasta los 100 km/h en sólo 5 segundos, sin afectar a la velocidad punta que sigue siendo de 250 km/h. Sin embargo, este plus en el rendimiento se tiene que hacer notar de alguna forma y, aunque sea una de las cosas que a Rolls-Royce no le gusta nada, lo hace con un sistema de escape de acero inoxidable con gestión activa del sonido.