El Rolls-Royce Black Badge Spectre no solo es lujo, es una deportividad llevada a un extremo que no imaginas

Faltaba un modelo en el exquisito catálogo de Rolls-Royce por acuñar una de las etiquetas más sugerentes. La marca de Goodwood se había olvidado del primer y único eléctrico de la marca británica a la hora de imprimir un carácter más deportivo, quizás una vez más porque el fabricante considerase que la electricidad no es suficiente aliciente para los clientes, y que estos apuestan por el confort.

Pero, han sido esos clientes más exigentes de los que presume Rolls-Royce los que hayan dado el toque de atención o que la personalización de Bespoke sobre el Spectre gire más sobre la deportividad. Y eso sí es un motivo para que el fabricante haya tomado la decisión de lanzar el especialísimo Rolls-Royce Black Badge Spectre.

El lujoso Rolls-Royce Black Badge Spectre se cambia al lado oscuro

Porque no es solo una imagen más deportiva la de este Spectre especial, que también, porque las llantas de aleación forjadas en diseño de cinco radios y de 23 pulgadas son completamente nuevas, como también la nueva pintura de color violeta metalizado.

La estatuilla del Espíritu del Éxtasis se ha oscurecido, como es habitual en los Black Badge, y tanto los bordes de los cristales como las aplicaciones decorativas están bañadas en negro brillante. La parrilla Pantheon se ilumina en púrpura, azul, amarillo o turquesa, a gusto del cliente.

Por dentro, el volante cuenta con un botón con el símbolo del Infinito, el de un nuevo modo de conducción que saca a relucir el extra de potencia que lleva este Black Badge. Las terminaciones exquisitas de Rolls-Royce se combinan con un techo estrellado con 5.500 estrellas LED, mientras que las esferas del cuadro de instrumentos digital se pueden personalizar con cinco colores desde el sistema multimedia «SPIRIT».

El Rolls-Royce más potente de la historia es eléctrico

Pero lo bueno de este Rolls-Royce Black Badge Spectre es que se ha convertido en el modelo más potente de la marca británica. Los dos motores eléctricos que propulsan al heredero del Wraith han alcanzando un nuevo estándar. En condiciones normales, estos ofrecen una potencia máxima de 584 CV pero al pulsar el botón Infinity del volante se desata una bestia de nada menos que 660 CV de potencia y 1.075 Nm de par motor.

Una fuerza incomparable que es más que notable para el conductor y acompañantes si se activa -presionando el freno y el acelerador al mismo tiempo- la famosa función «Launch Control» que, para Rolls-Royce, se llama «Spirited». Lo siguiente es una brutalidad que se demuestra acelerando de cero a 100 km/h en solo 4,1 segundos. Por supuesto, eso hace mella en la autonomía máxima que, con una carga, es de 493 y 530 kilómetros, en el mejor de los casos.