Cuáles son las ruedas motrices, ¿y las directrices? Así influye cada una en el comportamiento del coche

Las ruedas motrices son las encargadas de transmitir la potencia del motor al suelo para que el vehículo se mueva. Cuando el motor del vehículo genera energía, esta se transmite a través del sistema de transmisión a las ruedas motrices.

En un vehículo de tracción delantera, las ruedas delanteras son las motrices, mientras que en un vehículo de propulsión trasera, son las ruedas traseras las que reciben la potencia. En un vehículo de tracción integral o 4x4, todas las ruedas pueden ser motrices.

Los vehículos con tracción delantera tienden a sufrir subviraje

En este contexto, el diferencial es un componente importante del sistema de transmisión, que se encuentra entre las ruedas motrices. Su función es permitir que las ruedas motrices giren a velocidades diferentes mientras el vehículo está girando.

Esto es importante porque, cuando un vehículo gira, las ruedas exteriores tienen que recorrer una distancia mayor que las ruedas interiores. Si las ruedas estuvieran conectadas de manera rígida, se produciría un desgaste excesivo en los neumáticos y se pondría en peligro la estabilidad del vehículo.

La forma en que las ruedas motrices influyen en la aceleración y la velocidad del vehículo depende de la cantidad de potencia que se envía a las ruedas y del agarre de los neumáticos. Si se envía más potencia a las ruedas motrices, el vehículo acelerará más rápidamente. Si los neumáticos tienen un buen agarre, el vehículo podrá acelerar más rápido sin patinar.

Diferencias entre ruedas motrices y ruedas directrices

Mientras que las ruedas motrices son las que reciben la potencia del motor e inician el movimiento del vehículo, las ruedas directrices son aquellas que permiten dirigir el vehículo, es decir, controlar la dirección en la que se mueve el vehículo.

En un vehículo convencional, las ruedas directrices se encuentran en el eje delantero y están conectadas a la dirección del vehículo a través de un sistema de varillas y brazos.

Cuando el conductor gira el volante, se activa un mecanismo que transmite el movimiento a las ruedas directrices, haciendo que giren hacia la derecha o hacia la izquierda. Esto a su vez hace que el vehículo cambie de dirección.

En algunos vehículos, las ruedas directrices también pueden estar ubicadas en el eje trasero. Este sistema se llama dirección en las cuatro ruedas y tiene algunas ventajas sobre la dirección en las dos ruedas.

Por ejemplo, con cuatro ruedas directrices, el vehículo puede tener una mayor capacidad de maniobra y un radio de giro más reducido, lo que facilita la conducción en espacios reducidos o al maniobrar marcha atrás.

Tipos de ruedas motrices

Como ya hemos avanzado al inicio, existen diferentes tipos de ruedas motrices. O, dicho de otro modo, la potencia del motor puede dirigirse a diversos ejes o a todos ellos.

Tracción delantera

La tracción delantera es un sistema de transmisión en el que las ruedas delanteras son las encargadas de transmitir la potencia del motor al suelo y, por tanto, de mover el vehículo.

En este sistema, el motor y la transmisión se ubican en la parte delantera del vehículo y la principal ventaja es que permite una conducción más sencilla y pausada, lo que mejora la estabilidad y el control del mismo en carreteras mojadas, nevadas o con hielo.

Además, al tener menos componentes y menos peso en la parte trasera del vehículo, la tracción delantera puede ser más eficiente en términos de consumo de combustible.

Por otro lado, la tracción delantera también tiene algunas limitaciones.

Al tener las ruedas motrices y las ruedas directrices en el mismo eje, se puede producir un efecto de «subviraje» al girar en curvas cerradas a gran velocidad, lo que significa que las ruedas delanteras pierden tracción y el vehículo tiende a continuar recto en lugar de girar.

Propulsión trasera

La propulsión trasera indica que la potencia del motor se transmite a las ruedas traseras del vehículo. En este sistema, el motor y la transmisión pueden encontrarse tanto en la parte delantera del vehículo como en la trasera.

La propulsión trasera se utiliza en muchos vehículos deportivos y de lujo debido a las ventajas que ofrece en términos de manejo y rendimiento.

Una de las principales ventajas de la propulsión trasera es que, en el probable caso de encontrarse el motor en posición trasera o central, la distribución del peso del vehículo es más equilibrada. Esto ayuda a mejorar la tracción y el manejo del vehículo.

La propulsión trasera también permite una mejor distribución de la potencia a las ruedas traseras, lo que puede proporcionar una mejor aceleración y velocidad máxima. También permite una conducción más ágil en curvas cerradas.

Por otro lado, la propulsión trasera puede ser menos adecuada para condiciones climáticas adversas, ya que las ruedas traseras pueden perder tracción con mayor facilidad en superficies resbaladizas, provocando sobreviraje.

Tracción total o 4x4

En un vehículo con tracción total, todas las ruedas se encargan de transmitir la potencia del motor al suelo.

Al tener las cuatro ruedas motrices, el vehículo tiene una mayor capacidad de tracción, lo que significa que es menos probable que las ruedas patinen en superficies resbaladizas, como nieve, hielo o barro.

La tracción total también ofrece ventajas fuera de la carretera o en terrenos accidentados, ya que mejora la capacidad de escalada y la capacidad de maniobrar en terrenos irregulares.

Sin embargo, debido a que hay más componentes en el sistema de transmisión, el coste de reparación y mantenimiento puede ser mayor. Además, la tracción total puede ser menos eficiente en términos de consumo de combustible debido al peso y arrastre adicional que se crea al transmitir la potencia a las cuatro ruedas.

Problemas que presentan las ruedas motrices

Las ruedas motrices, al ser las que deben trasladar la potencia del motor al asfalto o la superficie de rodaje, soportan más estrés. A consecuencia de esto, el desgaste de los neumáticos del eje motriz es mayor, debiendo cambiarse con mayor frecuencia que en el eje no motriz.

Además, en caso de ser necesaria la colocación de cadenas de nieve, estas deben colocarse en las ruedas motrices, que son las que deben proporcionar tracción.

Si su vehículo tiene tracción delantera, las cadenas de nieve se deben colocar en las ruedas delanteras. Si su vehículo tiene tracción trasera, las cadenas de nieve se deben colocar en las ruedas traseras. Si su vehículo tiene tracción en las cuatro ruedas, las cadenas de nieve se deben colocar en las cuatro ruedas para una tracción óptima.

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