SEAT confirma que solucionará el punto débil de los Ibiza y Arona en la esperada actualización que llega en 2025

Fue una auténtica sorpresa cuando a principios de este año, la marca española confirmaba a bombo y platillo un nuevo lavado de cara para dos de los modelos estrella del fabricante, mostrando sin pudor alguno la nueva imagen de los SEAT Arona e Ibiza en 2025. Un importante movimiento táctico en la firma con la que se mantendrá al frente del mercado hasta 2030.

Lo cierto es que a la marca española nunca le han gustado las fotos espía, ni las especulaciones de ningún tipo, y a su presidente Wayne Griffiths tampoco, por lo que desde que llegó a su puesto, se ha inclinado por mostrar claramente el diseño de los nuevos modelos de las dos marcas que dirige: desde la del nuevo Terramar a la del renovado Formentor y, por supuesto, la línea de los Ibiza y Arona 2025.

Han tardado pero los SEAT Arona e Ibiza serán híbridos

Por ahora, se desconoce cuándo esta actualización del utilitario y del SUV más pequeño del catálogo de SEAT será presentada y puesta a la venta, pero lo que sí sabemos es que no se trata sólo de una revisión de la imagen exterior y de las correspondientes mejoras en el interior, tanto a nivel de materiales como de equipamientos, como suele ser lo habitual.

Ahora, una nueva información ha revelado que SEAT afrontará una importante inversión, de las más elevadas de los últimos años, ofreciendo versiones híbridas tanto en el Ibiza como en el Arona que llegarán en 2025, con lo que dispondrán de etiqueta ECO de la DGT además de cumplir sobradamente con las estrictas normas de emisiones que se avecinan y, especialmente, con la Euro 7. La misma tecnología que también utilizará el renovado Polo en 2026, y también los modelos más pequeños de Skoda.

SEAT se inclina por los híbridos hasta más allá de 2030

Wayne Griffiths así lo ha confirmado en unas declaraciones, al apuntar que «nosotros y Volkswagen queremos extender el ciclo de vida de estos productos, no sólo mediante la adopción de la norma EU7, sino también mediante la hibridación». La firma española apuesta por la tecnología Mild Hybrid de 48 Voltios, la solución más barata para la marca, y para el cliente, pero admitiendo que se trata de un gasto importante frente a una rentabilidad muy limitada.

Griffiths es consciente de que no todos los clientes quieren coches eléctricos, señalando que «No podemos obligar a los consumidores a optar por la electricidad», por lo que la estrategia de la marca española es clara: por un lado, seguirán presentes en los países donde el 90 por ciento de los clientes demanda coches de combustión o híbridos sencillos, mientras que CUPRA se dedicará a los híbridos enchufables y a los eléctricos.