La ley anti-China de Europa amenaza con extinguir el SEAT Ibiza y el Arona

El año pasado, la Unión Europea impuso unos aranceles adicionales a todos los coches eléctricos procedentes desde China. Una medida que se anunció como vía para proteger la industria europea contra la expansión de los fabricantes chinos, a los que se les acusó de estar ilegalmente subsidiados por su gobierno.

Estos aranceles se sumaban al 10 por ciento ya existente hasta el momento, pero como ya advertimos en el pasado, los efectos colaterales podían ser también muy peligrosos. Primero, porque desde China podrían contraatacar (como así han hecho) con represalias en forma de sus propios aranceles a otro tipo de productos.

También porque estas recibieron la amenaza de su gobierno y se les pidió que detuviesen sus inversiones en los países que votaron a favor de estos aranceles, lo que podría beneficiar a las industrias locales con más empleos.

Y también porque hay fabricantes occidentales que producen algunos de sus modelos eléctricos en suelo chino y los exportan a otras partes del mundo, incluida nuestra región. Es lo que le ha pasado, por ejemplo, a BMW, MINI… y SEAT/CUPRA. La firma española, a través de su CEO, ha advertido del peligro que pueden suponer estos aranceles para su situación financiera.

Los aranceles amenazan a SEAT

El CUPRA Tavascan se fabrica actualmente en China y, al entrar en nuestro territorio, debe pagar un arancel adicional del 20,7 por ciento, que se suma al 10 por ciento ya existente. Estas tarifas están siendo absorbidas a día de hoy por la propia compañía española, pero la situación está llegando ya a un límite.

Así lo ha advertido el CEO de SEAT y CUPRA, Wayne Griffiths, en declaraciones para el medio británico Autocar, quien asegura que dichos aranceles «no protegen ni a Europa ni a España, nos van a perjudicar».

A todo esto se suma la obligación de las marcas de tener que equilibrar sus ventas e incrementar aquellas electrificadas para poder reducir los niveles medios de emisiones de CO2, y eso que Europa ha prometido modificar la normativa CAFE para dar un respiro a sus fabricantes.

Pero aun así, desde SEAT advierten que, debido a los aranceles chinos, la compañía se podría tener que enfrentar a la reducción de sus vehículos con motor de combustión interna para equilibrar su mix de ventas y recuperarse de las pérdidas. Y eso puede tener dos repercusiones directas en SEAT/CUPRA.

Por ejemplo, con el despido de trabajadores, pero también parar la producción de dos de los modelos más vendidos, Ibiza y Arona. Y eso que ambos modelos, en el Top 6 de ventas en España el año pasado, presentan novedades en este 2025.

«Habrá que dejar de fabricarlos y reducir la producción de coches de combustión», advirtió Griffiths. Una advertencia que, sin embargo, no hace referencia a si será temporal o permanente.

No obstante, desde las marcas españolas, pertenecientes al Grupo VW, se afirma que está en conversaciones con la Comisión Europea para buscar soluciones. El CEO de la compañía mencionó cómo Tesla consiguió reducir sus tarifas arancelarias al 7,8 por ciento. «Estamos estudiando todas las opciones junto a la Comisión. Lo bueno es que contamos con el apoyo del gobierno español para encontrar una solución».

SEAT todavía no tendrá un coche eléctrico

Cierto es que SEAT tendría un camino relativamente fácil para poder tener próximamente un coche eléctrico, gracias al trabajo que se está realizando en el Grupo Volkswagen. Pronto llegarán nuevos coches eléctricos a sus marcas del segmento A y B, pero para los nuestros todavía no es el momento.

«No es una prioridad inmediata», dijo en su día Griffiths, quien prefiere esperar a un momento de mayor rentabilidad con este tipo de vehículos. Una jugada difícilmente de resolver en el corto plazo y que puede tener un efecto inmediato de los que advierte el CEO de la marca por culpa de los aranceles.

«Los responsables políticos deben comprender es que, al tomar decisiones, los fabricantes se trata de decisiones a largo plazo sobre tecnología, modelos, plataformas y plantas de producción. No se puede improvisar de un día para otro, por lo que se necesita cierta fiabilidad a largo plazo. Necesitamos cierta certidumbre en ese aspecto».