El SEAT Ibiza no morirá, el utilitario se transformará en un atractivo eléctrico de masas

El futuro de SEAT también es eléctrico. La marca española, a pesar de que CUPRA lleva la batuta en la estrategia de electrificación, no renunciará a esta tecnología, y su futura gama de modelos será de cero emisiones. El nuevo responsable directo de Volkswagen, y consejero del gigante alemán, ha confirmado que la española no morirá y que hay un plan que se está preparando, y que se culminará a finales de año.

Un movimiento que garantiza la estabilidad de la firma de Martorell, y en el que hay un modelo clave: el SEAT Ibiza. El utilitario es una institución y no es de los que la marca prescindirá en el futuro, más bien todo lo contrario. Una insignia en términos de ventas en las cinco generaciones que acumula desde que se estrenó en 1984, con 38 años a cuestas. Un modelo muy representativo que se transformará por completo sumándose a la amplia oferta de coches eléctricos, y del que te adelantamos su diseño en esta recreación.

El futuro del SEAT Ibiza es 100% eléctrico

Sus genes estéticos serán heredados del atractivo CUPRA Urban Rebel, un concept que la marca deportiva española presentó la pasada primavera combinando un tinte muy agresivo con la imagen propia de los crossovers. El mismo formato que se trasladará al Ibiza, aunque con un estilo más normal careciendo de la dosis extra de deportividad, y conservando el atractivo que el Ibiza siempre ofrece a los clientes.

Con poco más de cuatro metros, el modelo más pequeño de SEAT será completamente eléctrico después de mediados de la década, por lo que no será una realidad hasta 2026, aproximadamente. El futuro SEAT Ibiza Eléctrico estará basado en la plataforma de coches eléctricos SSP, dejando a un lado la nueva arquitectura Meb Entry que ha sido cancelada. El eléctrico de masas de SEAT será el último en llegar tras el modelo de CUPRA, el Volkswagen ID.2 y el Skoda Elroq.

El SEAT Ibiza eléctrico ofrecerá versiones asequibles en su gama

Una terna que comenzará a llegar a partir de 2024, cada uno con una personalidad propia, aunque compartirán las entrañas tecnológicas. El motor eléctrico colocado en el eje delantero ofrecerá una potencia máxima de entre 75 kW y 110 kW - equivalentes a 100 y 150 CV- alimentado por una batería que no se inmiscuirá en el habitáculo al encontrarse entre los ejes. Con una capacidad neta de hasta 60 kWh, ofrecerá autonomías máximas de hasta 400 kilómetros. Lógicamente, al ser regulables, reducirá el precio de las versiones con mayor o menor capacidad, ofreciendo opciones más asequibles