IndyCarSébastien Bourdais regresa a las pistas tras sólo 72 días

El pasado 20 de mayo, Sébastien Bourdais sufría un espeluznante accidente en la primera fase de la clasificación para las 500 millas de Indianápolis, al perder el control de su monoplaza en la curva 2 e impactar casi frontalmente contra el muro a 363 kilómetros por hora. Un accidente mortal hace 20 años, en el que las barreras SAFER y el HANS contribuyeron a salvar al piloto. Éste, no obstante, sufrió múltiples fracturas de pelvis y cadera.

El accidente no sólo suponía perderse la Indy 500 y su participación con el Ford GT en las 24 horas de Le Mans, sino que el dictamen médico daba por terminada su temporada, pero Bourdais estaba determinado a volver para la cita final en Sonoma, el 17 de septiembre. Apenas seis días después del accidente, inició su programa de rehabilitación. A finales de junio, anunció su intención de adelantar su regreso a la prueba de Watkins Glen del 3 de septiembre. El 6 de julio, mostró al mundo que era capaz de incorporarse y caminar por su propia cuenta. Ayer, 72 días después de su brutal accidente, Bourdais volvió a su oficina, el coche #18 de Dale Coyne Racing.

El piloto francés llevó a cabo este lunes un test especial de evaluación médica, que serviría para comprobar su estado físico al volante del coche, en el circuito de Mid-Ohio, donde este pasado fin de semana compitió la IndyCar. Extraoficialmente, Bourdais habría completado más de 80 vueltas al circuito de 3.634 kilómetros, y el propio piloto asegura haber completado un mejor crono de 1:04.8, un tiempo que le habría permitido pasar al Fast 12 en Mid-Ohio, dos décimas más rápido que el mejor de Ed Jones y a sólo una décima del de Esteban Gutiérrez, pese a no poder usar el neumático blando.

Bourdais comentó sus impresiones de una jornada que tuvo desafíos desde el principio, debido al polvo que toda la comitiva de la IndyCar dejó en la pista al abandonar el trazado: "La pista estaba muy polvorienta esta mañana, así que iba como 10 segundos más lento de lo normal, y el coche quería trompear todo el rato. No fue una gran inyección de confianza para mi primera vez de vuelta en el coche. Estando sólo, hizo falta un juego y medio de gomas para conseguir algo de agarre. La tarde fue buen, la pista cogió agarre e hice un 1:04.8".

La IndyCar aún no le ha dado el visto bueno para competir, pero Bourdais garantiza que, salvo la rigidez en el cuello propia de la inactividad, no padeció ningún síntoma adverso: "Es genial volver al coche y sentir como si nada hubiese cambiado. Han pasado dos meses y medio, y ha sido subirse al potro y sentirse bien. Me sorprendió no quedarme sin aliento. Lo único que aún no está listo para el desafío es el cuello, pero es algo que más o menos ya sabía. He estado levantando peso, pero es muy complicado salir del coche así. Estoy seguro de que, si volviera a subirme al coche mañana, estaría mejor, pero el primer día tu cuello se pone en shock (...) Tuve que usar algo de relleno, pero estaba realmente sorprendido de no estar en una condición física tan mala. No estaba sufriendo".

Es genial volver al coche y sentir como si nada hubiese cambiado

El propio piloto ya se siente listo para competir, e incluso llevó a cabo un pequeño programa de pruebas en la jornada vespertina: "Ojalá Mid-Ohio fuese la semana que viene, y Dale estuviese dispuesto, pero no es así. Si no estaba aún preparado, quería saber cómo de lejos estaba, y si estaba listo, sabía que lo estaría en un mes. Ha sido importante para mí, y Dale lo entiende. Los chicos me pidieron que hiciera un par de lecturas en cosas en las que estaban devanándose los sesos. Me miraron y dijeron: "Estás bien, ¿podemos empezar a trabajar?"

Sonoma asegurada, el Glen en el aire, óvalos descartados

Su regreso, sin embargo, no se precipitará y se tendrán en cuenta los recursos del equipo. Con Esteban Gutiérrez confirmado hasta final de temporada, Dale Coyne deberá alinear tres monoplazas en las pruebas en las que Bourdais participe. La estructura, que hizo una importante inversión en pretemporada para dar un salto de calidad, sufrió importantes varapalos económicos con los daños y las reparaciones que hubo que afrontar tras las pruebas en Indianápolis y Texas Para evitar que un accidente de alguno de sus pilotos pusiese al límite las capacidades del equipo de cara a las pruebas finales, está descartado que Bourdais regrese en las pruebas de óvalo en Pocono (20 de agosto) y Gateway (26 de agosto), carreras consecutivas que enlazan directamente con el Gran Premio de Watkins Glen.

Bourdais también prefiere volver a competir en circuito, para no arriesgar más de la cuenta su estado físico. El propio Dale Coyne ha garantizado la presencia del francés en Sonoma, pero correr en Watkins Glen estará supeditado a que Coyne salga de Gateway con su material intacto: "Depende de cómo vayan las cosas de cara a esa carrera. Nos quedan dos óvalos y tres coches, así que si hay algún problema, siendo además tres carreras en semanas consecutivas, no quiero poner sobre el equipo la carga de arreglar coches y tener listo un tercero para mí, así que tendremos que esperar. Yo choqué, me hice daño y causé este problema, así que no quiero ser otro problema para ellos".

Fotos: IndyCar, Honda Racing