Según Tesla, el Autopilot funcionó correctamente en el accidente mortal en California de un Model X
Al parecer, nos hallamos ante la segunda muerte de un conductor que estaba utilizando el sistema Autopilot. En ambos accidentes los registros del vehículo indicaron que el conductor no tomó ninguna acción correctiva antes de colisionar. Esto es lo que pasó.
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Publicado: 31/03/2018 21:00
Apenas pasada una semana del fatal accidente de un Tesla Model X en California, el fabricante ya da explicaciones de qué ha ocurrido, una vez se ha podido acceder a los registros del ordenador. Tesla asegura que nunca ha visto tan nivel de daños en un Model X. El único ocupante, el conductor, falleció a consecuencias de sus lesiones.
Tesla resuelve una de las incógnitas clave: sí, estaba encendido el sistema de conducción semiautónoma Autopilot. La colisión ocurrió exactamente a las 9:23 (hora local) del viernes 23, a una velocidad que no ha sido revelada. El conductor había ajustado el Autopilot para guardar la mínima distancia de seguridad.
En los controles de crucero adaptativos de cualquier coche se puede regular dicha distancia. Cuando está al mínimo, se reducen las variaciones de velocidad debidas al tráfico, por ejemplo si se cuela otro vehículo en el espacio que se ha dejado respecto al que va por delante.
Según Tesla, el conductor había recibido varias alertas visuales (el tablero parpadea) y un aviso acústico para que colocase las manos en el volante. Eso significa que habían pasado algunos minutos sin que el coche detectase intervenciones en la dirección. En esas circunstancias, Autopilot pide que se tome el control, aunque sea temporalmente.
En la mayoría de modelos del mercado con sistemas parecidos, cuando no se detectan las manos en el volante al cabo de unos segundos la asistencia se interrumpe abruptamente, por lo que el conductor está obligado a tomar el control inmediatamente. Autopilot da un tiempo.
Como puede verse en el siguiente vídeo, realizado por nuestro compañero Saúl López (una autoridad en estos temas), el sistema avisa durante el tiempo suficiente y, de no recibir respuesta, aminora la marcha hasta la detención si es necesario. Es un "castigo" de Autopilot para los que no ponen las manos en el volante -poniéndose en riesgo- o para evitar una situación peor en caso de indisposición del conductor o muerte.
Seis segundos antes de la colisión, el conductor no había agarrado el volante, mientras el coche se dirigía -por razones que se desconocen- hasta la separación de cemento entre ambas calzadas de la autopista. Para desgracia de su conductor, la barrera flexible metálica no estaba, por haberse retirado o por haber soportado otro accidente previo.
En un comunicado en su blog corporativo, Tesla asegura que el conductor tuvo un margen de cinco segundos o 150 metros de "visibilidad directa" para girar levemente a la derecha y esquivar el obstáculo indeformable. A consecuencia del choque, la parte delantera del Model X se arrancó de cuajo y las baterías comenzaron a incendiarse.
Este tipo de colisión, a una velocidad de más de 64 km/h (a tenor de los daños) supera con creces lo que las autoridades exigen en materia de seguridad incluso en Estados Unidos. Según la NHTSA, el Model X es el SUV más seguro del mercado. Lo normal es que un coche se haga migas impactando contra una barrera de cemento.
Una vez más hay que recordar que el sistema Autopilot es de conducción semiautónoma, permite retirar temporalmente las manos del volante, pero hay que permanecer atento a la conducción en todo momento. En EEUU la media es de un fallecido cada 86 millones de millas recorridas, en los Tesla con Autopilot es un fallecido cada 320 millones de millas (3,7 veces menos).
Por lo tanto, el fabricante californiano justifica que Autopilot, si bien no es un sistema perfecto, realmente está salvando vidas, a la vez que recuerda que un escenario de víctimas nulo es poco realista. Desconocemos por qué el conductor no hizo caso de los avisos del sistema y no reaccionó antes de chocar.
En definitiva, el sistema Autopilot no falló respecto a su función de avisar al conductor. Eso, unido a la fatalidad (una barrera de cemento sin amortiguación) le ha costado la vida. De acuerdo al fabricante, es un error humano (no con esas palabras), ya que la responsabilidad última es del conductor.