Los seguros cubrirán los coches autónomos, te contamos sus claves

Que los coches autónomos son el futuro está más que claro. Las marcas trabajan prácticamente a contrarreloj para que, a mitad de la década, una nueva generación de coches nuevos disponga del ansiado nivel 3 de la conducción autónoma. Un nivel que permitirá ofrecer el asistente de autopista, por el que el coche podrá circular en este escenario y realizar adelantamientos automáticamente.

Por supuesto, bajo la supervisión del conductor, un sistema que no está muy lejos pues Mercedes y BMW lo tienen prácticamente listo y lo ofrecerán en sus modelos más insignes antes de 2023. Pero Stellantis no está tan lejos, el gigante acaba de concluir un largo período de pruebas y no dilatará mucho más allá de 2025 su implementación. Al menos, será legal en Alemania, donde ya han aprobado una ley expresa de conducción autónoma.

Pero cabe preguntarse que ocurrirá con las aseguradoras ante un siniestro.

Valga decir que los estudios internos de la Unión Europea y de analistas externas realizados en Europa arrojan una conclusión interesante: una gran mayoría de los conductores del Viejo Continente no expresan un gran interés por esta tecnología, ni siquiera el nivel 3 que ya delega la función de giro, adelantamiento, aceleración y freno en el coche. De hecho, ponerse al frente de un modelo equipado con esta tecnología se ha calificado, por expertos, como una vuelta a un conductor novel, porque hay que acostumbrarse a un nuevo concepto.

Recientemente, en Alemania se ha celebrado el congreso «Allianz Autotag», donde se han analizado todas estas cuestiones relativas a la cobertura del seguro de los coches autónomos, con una conclusión muy relevante: «se ofrecerán coberturas de seguro para conductores noveles autónomos y supervisión técnica, y los aseguraremos con un seguro de responsabilidad», anunció Klaus-Peter Röhler, director ejecutivo de Allianz.

Dirimir la responsabilidad en un accidente con un coche autónomo implicado es fundamental, pero la ley de protección de datos actual lo impide

Por un lado, es un respiro, pero nuevamente surge un nuevo problema. ¿qué ocurrirá en el caso de un accidente? La tecnología embarcada reúne sensores de radar, LIDAR y cámaras, además de una unidad central operativa que recogerá todos los fallos y eventos, una caja negra. El problema es quién tendrá acceso a esa información sin violar las leyes de protección de datos, una información clave a la hora de averiguar las causas en un accidente de tráfico.

Porque, de antemano, se reconoce que los habrá especialmente con vehículos no autónomos. Por supuesto, la cuestión no se detiene aquí, pues también abarca la protección del propio conductor de un coche autónomo, un «fleco» importante si se tiene en cuenta que puede ser una víctima causada por un fallo en el sistema. Röhler ya ha adelantado que los conductores de coches autónomos también estarán cubiertos en la póliza, derivando responsabilidades al fabricante en caso de que se verifique que un fallo en el sistema ha ocasionado el siniestro. Un importante punto de inflexión porque, hasta ahora, las marcas han tratado de evitar este asunto al máximo.

Fuente: AZT Automotive