¿Será un problema que haya "demasiados" coches eléctricos cargando?

En el norte de Europa las matriculaciones de vehículos eléctricos son más altas de lo normal por las políticas públicas que les benefician versus los vehículos térmicos. Veamos qué pasa en un país como Suecia cuando las matriculaciones suben rápidamente.

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Publicado: 12/06/2019 21:00

Renault Kangoo ZE recargando en Suecia - Fotografía: Magnus Johansson (Flickr) CC BY

Suecia decidió aumentar las ventas de vehículos eléctricos con una ayuda de hasta 60.000 coronas, equivalentes a 5.610 euros. Ya se ha notado, en los primeros cinco meses del año hablamos de 6.694 coches, un aumento del 253%. Respecto al total, es la quinta parte de las matriculaciones.

El principal beneficiado de este aumento de ventas ha sido el Tesla Model 3 (1.649), seguido del Renault ZOE (1.072) y Kira Niro EV (948). A una menor escala están los Nissan Leaf (681), BMW i3 (600), Tesla Model S (355), Hyundai Kona EV (284) e Ioniq (208), Volkswagen e-Golf (208) y el Audi e-tron (195).

Uno de los efectos a corto plazo que se están notando es que el sistema eléctrico empieza a mostrar vulnerabilidades en su capacidad de aguantar cargadores rápidos funcionando en los horarios más desfavorables: en horas punta. Bloomberg revela que las redes locales van a limitar el crecimiento de la red de recarga.

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Línea de alta tensión en Suecia - Fotografía: Johan Fowelin

El sistema eléctrico sueco se compone de 15.000 kilómetros de líneas de alta tensión, 160 subestaciones y 16 conexiones submarinas. Sus fuentes principales de generación son la hidroeléctrica y nuclear, con un aporte medio de la eólica del 10%. El papel de las centrales térmicas es mínimo. Por lo tanto, con vehículos eléctricos la reducción de emisiones de CO2 es clara.

Lo ideal para que los coches eléctricos contribuyan a la salud del sistema eléctrico es que consuman la energía que "sobra" por las noches, dado que el sistema está dimensionado para funcionar en horario laboral -no coincide con el horario solar como aquí-.

Los cargadores rápidos son necesarios para los imprevistos, conductores profesionales, vehículos de servicio público o para viajar. Las cargas rápidas no se suelen hacer cuando "sobra" la energía, sino en horarios de mayor consumo. Eso supone un reto para las redes eléctricas locales.

Como la capacidad a nivel local está limitada en algunos sitios hasta que se instalen cables de mayor capacidad, habrá cargadores que no resulten rentables al tener que pagar un mayor coste fijo, es decir, la disponibilidad. Ese hándicap supondrá un problema para la expansión de los vehículos eléctricos.

El Gobierno de Suecia se marcó el objetivo de llegar a 2045 siendo neutrales en carbono, cinco años antes que la Unión Europea. Bloomberg cita datos de Power Circle, serán necesarios 2,5 millones de coches para finales de la década 2020-2030 que sean enchufables, bien eléctricos puros, bien híbridos enchufables.

Para la sostenibilidad del sistema esta entidad sugiere hacer políticas de intercambio energético entre vehículos y la red de forma inteligente

En otras palabras, V2G, vehículo a red. Cuando haga falta energía en la red local, los coches verterán energía a cambio de una compensación, y cuando la demanda lo permita recargarán. Está por ver cómo afecta esto a la degradación de las celdas, son más ciclos de carga/descarga.

Curva de demanda eléctrica de un día de mayo en España

A nivel macro Suecia no tiene un problema de capacidad de generación, en torno al 10% de su producción se exportó a los países vecinos en 2018. El problema es a nivel local. Los cargadores rápidos tienen que "competir" con la demanda de los edificios y infraestructura pública. La recarga lenta, en cambio, no supone ningún inconveniente que haya que planificar.

Para no engordar el problema, el Gobierno de Suecia debería favorecer la mejora de las redes eléctricas a nivel local, fortaleciéndolas para soportar el consumo puntual de los cargadores. Esto es especialmente importante cuando hablamos de grandes potencias de recarga, como 40 kW o superiores.

Algunos modelos de última generación permiten recargas al triple o cuádruple de 40 kW, lo que acrecienta el problema

Lo mismo puede aplicarse al sistema español. REE ya avisó, es posible recargar a la vez millones de coches, siempre y cuando se haga de forma controlada (con V2G), se racionalicen los horarios de carga y, evidentemente, la red de ámbito urbano esté preparada a nivel técnico para soportar consumos breves pero muy fuertes.

Las políticas de incentivo de coches eléctricos deberán tener esto en cuenta, un aumento rápido y "descontrolado" de las matriculaciones de VE, especialmente si empiezan a hacer un uso intensivo de las redes de recarga rápida, pueden poner en jaque al sistema. Con el ritmo de adopción de vehículos eléctricos que hay en España no parece que eso vaya a ser un problema a corto plazo.

Fuente: Bloomberg

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