Shelby Cobra 427 S/C: uno de los mejores ejemplares del mítico deportivo a subasta

Ejemplares del Shelby Cobra hay muchos, aunque la inmensa mayoría son simples réplicas o recreaciones de los pocos ejemplares originales que fueron fabricados. De esos raros y valiosos Cobra auténticos que salieron de las instalaciones de Carroll Shelby, los más valiosos y deseados son sin duda alguna los brutales Cobra 427, aunque de estos hay una versión aún más rara, los Cobra 427 S/C, de los que solo fueron fabricados 29 ejemplares.

El Cobra 427 es una variante musculada y notablemente más radical del roadster original. Este se caracterizaba por un nuevo V8 de 427 pulgadas cúbicas o 7.0 litros, de ahí su denominación, que entregaba una potencia en torno de los 500 caballos para un tamaño y peso minúsculos. Para poder transmitir toda esa potencia al asfalto el vehículo fue fuertemente modificado. Reforzado a nivel de bastidor y con una carrocería notablemente ensanchada para poder acoger los ejes más grandes, el nuevo esquema de suspensión deportivo y sus enormes ruedas. El resultado era un Cobra hipervitaminado, tan espectacular que pronto se convirtió en pieza de coleccionista.

En el caso de los raros Cobra 427 S/C, estos no son un simple derivado del radical Cobra 427 sino de una versión de competición de la que no se lograron fabricar los 100 ejemplares planificados originalmente, pues solo fueron ensambladas 51 unidades. Algunas de ellas fueron vendidas a equipos privados y las restantes fueron transformadas como vehículos de calle. De ahí las siglas S/C, cuyo significado es Semi Competition.

Por su rareza, los Cobras 427 S/C están incluidos entre los deportivos estadounidenses más valiosos de la historia. El propio ejemplar que aparece en estas fotografías fue subastado recientemente por 2.89 millones de dólares y ahora está incluido entre los lotes de la próxima subasta de Mecum Auctions en Indianápolis, donde se espera que supere este valor.

Esta unidad de número de chasis CX3042 fue encargado originalmente en octubre de 1966 por John Grappone, propietario del concesionario Grappone Ford, de New Hampshire. Este compitió con él en pruebas locales con muy pocas modificaciones e incluso fue protagonista de una célebre anécdota cuando un ejecutivo de Ford se salió de pista durante un evento de exhibición. Grappone lo mantuvo en su colección hasta 1982 y luego pasó por varias manos hasta que cayó en las del músico Steven Giuliano en 2007, quién decidió someterlo a un laborioso y meticuloso proceso de restauración. Estos trabajos se dilataron durante 10 años debido al mimo con el que fueron realizados, pues no solo se emplearon todos los elementos originales del vehículo, sino que aquellos que hubo que reemplazar fueron sustituidos por elementos originales de la época, no reproducciones modernas de los accesorios originales con los que fue fabricado el modelo. De ahí que haya sido señalado como uno de los mejores ejemplares existentes de la serie 427 S/C.