Duelo épico: Shelby GT500 1968 vs. Shelby GT500 2020 [vídeo]
El lanzamiento comercial del nuevo Mustang Shelby GT500 2020 nos ha dejado perlas como esta, un enfrentamiento sobre el asfalto de una drag strip entre el nuevo modelo y su antecesor más lejano, el inigualable Shelby GT500 1968 original. La diferencia de rendimiento entre ambos modelos es abrumadora, ya que el nuevo modelo cuenta con el doble de potencia, aún así, el vídeo de la prueba es un documento gráfico indispensable para cualquier aficionado a los muscle cars.
El nuevo Shelby GT500 2020 se encuentra en estos momentos llegando ahora a los concesionarios estadounidenses, de ahí que la firma de Dearborn haya puesto en manos de la prensa diversos ejemplares de preproducción del modelo, que pasa por ser el vehículo de calle más potente de la historia de Ford. Ya que con su V8 sobrealimentado de 770 CV (760 hp) es más potente incluso que el Ford GT 2017 de motor central.
Esta asombrosa pieza de ingeniería es algo más que un motor potente y una cara bonita, pues es un derivado del superlativo Shelby GT350, un modelo que cuenta con un bastidor especialmente optimizado para su uso en pista, y no nos referimos solo a las interminables rectas de las drag strips. Por lo que bajo los paneles del nuevo GT500 nos encontramos con una configuración de bastidor a la altura del enorme V8 sobrealimentado.
Que el nuevo Shelby GT500 sea el Ford más potente de la historia no es algo casual, puesto que es el último descendiente de un linaje de auténticos purasangre desarrollados por la compañía de Carroll Shelby en colaboración con Ford.
El primero de estos modelos fue el Shelby GT500 ‘68, una versión muy radical e hipervitaminada del Ford Mustang de primera generación que fue lanzada originalmente en 1967 equipada con un monstruoso V8 Cobra 428 de 7.0 litros que entregaba 335 CV y que era capaz de alcanzar 100 km/h en primera marcha.
En el vídeo que podéis encontrar al al pie de este artículo encontramos una de las iniciativas más peculiares y llamativas realizadas por la prensa estadounidense durante el lanzamiento comercial del nuevo modelo, que ha sido enfrentado al Shelby GT500 ‘68 original. Evidentemente se trata de un duelo desigual y no hace falta decir cuál es el resultado final, aunque eso no es lo más importante de esta prueba comparativa. Lo verdaderamente relevante
es ver las diferencias que hay entre dos épocas tan dispares, recetas muy distintas para lograr el mismo resultado.