Sheldon Van der Linde o el valor del control del tiempo para conquistar el DTM
Sheldon Van der Linde se ha convertido en el segundo campeón de la era GT3 del DTM tras adaptarse a un campeonato en el que es casi imposible estar siempre arriba. Sheldon es el primer piloto sudafricano de la historia en ganar el certamen.
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Publicado: 10/10/2022 11:30
En una parrilla que ha contado de forma regular con 27 vehículos GT3 y algunos de los mejores talentos de las carreras GT, se antoja imposible estar siempre arriba. Una circunstancia que se tenía que asumir en cada box. Cada piloto, cada equipo e incluso cada fabricante debía saber que el DTM es una montaña rusa en la que tan pronto estás arriba como estás abajo. Parte de culpa la tiene los lastres de compensación por éxito.
Un escenario en el que Sheldon Van der Linde se ha movido mejor que nadie para proclamarse como nuevo campeón del DTM, segundo de la era GT3 del certamen y primero sudafricano de toda la historia del certamen. Y lo ha hecho con el BMW M4 GT3, en la primera temporada del nuevo vehículo GT de la marca de Múnich. Un éxito complejo y que pone de manifiesto el gran control de los tiempos de Sheldon.
Sheldon Van der Linde y BMW Motorsport no estaban entre los máximos favoritos para lograr el título de esta temporada
De hecho, Van der Linde tuvo un comienzo bastante discreto de temporada en Portimao. El piloto de Schubert Motorsport logró puntuar en ambas carreras, pero no estuvo cerca de los puestos del podio. Todo lo contrario de lo que ocurrió en Lausitzring, donde fue el indiscutible protagonista. Doble victoria y una pole para colocarse como líder del campeonato. En Imola tuvo que lidiar con los lastres de éxito.
Su peor fin de semana de la temporada llegó en Norisring, un circuito muy peculiar en el que el piloto sudafricano no pudo esquivar los problemas. Con cero puntos en su casillero abandonó Nüremberg, pero con la lección muy bien aprendida. La clave para conquistar el DTM pasa por aprovechar cada una de las oportunidades y sobrevivir en los momentos más difíciles. Y Van der Linde ha sido experto en ambas cosas.
Fogonazos y resistencia
El Nürburgring vivió las dos caras de esta moneda de brillantez y resistencia. En un evento muy complejo por la niebla, Sheldon Van der Linde mostró su mejor cara en la primera carrera para anotarse su tercer triunfo de la temporada. Pese a lograr la pole de la carrera dominical, sólo pudo ser noveno en la segunda manga. Una situación similar vivió en Spa, con un sábado gris y un valioso podio el domingo.
Dentro de esta Montañana rusa, Red Bull Ring fue un revés para Sheldon, hasta el punto de ver comprometido su liderato. Sin embargo, Van der Linde no ha sucumbido a la presión y con un fin de semana final en Hockenheim brillante se ha hecho el título. Para lograr este entorchado, Sheldon ha cerrado la temporada con un doble podio en el circuito que ejerce de cuna natural del DTM.
Los otros campeones
Sheldon Van der Linde ha llevado al BMW M4 GT3 hasta el éxito en el DTM, siendo parte vital en la consecución del título por equipos de Schubert Motorsport. El apoyo de Philipp Eng en varios momentos de la temporada ha sido el justo y necesario para que la formación alemana pueda anotarse este éxito.
Sin embargo, BMW competía en inferioridad numérica frente a Audi o Mercedes, por lo que no ha podido pelear por el título de constructores. En un campeonato con seis marcas presentes y en el que puntúan los tres mejores pilotos por fabricante, el título de marcas para Audi no se ha resuelto hasta la última carrera, en la que los pilotos de Ingolstadt no dieron opciones a sus rivales de Mercedes-AMG.
Fotos: DTM