De 6.000 euros de ayudas a 20.000 de penalización. ¿Debería adoptar España el sistema bonus-malus de Francia?

En Francia resulta muy ventajoso comprar coches eléctricos, dado que reciben una ayuda de 6.000 euros

Cuando los franceses matriculan un vehículo se tienen en cuenta las emisiones de CO2 por kilómetro recorrido, y con esa cifra se calcula el bonus-malus. Los modelos más ecológicos se acogen automáticamente a un descuento (bonus), los que están en un nivel medio no pagan ni reciben ayuda, y por encima se empieza a pagar (malus).

El 1 de enero de 2013 empezó a funcionar este sistema. La ayuda máxima era de 7.000 euros para modelos que emitiesen menos de 20 g/km de CO2 -es decir, eléctricos puros-, de 0 euros entre 103 y 135 g/km, y un máximo de 6.000 euros por pasar de 200 gramos. En la mayoría de casos salía más barato que en España.

Ya entonces el recargo máximo por emisiones había subido bastante, pues en 2011 pasar de 200 gramos tenía un impuesto de 2.300 euros. En el año que se va, 2019, no hay malus por debajo de 116 g/km, y el máximo que se paga son 10.500 euros al superar los 191 g/km. Empieza a ser respetable. Esta es la tabla vigente:

Tabla de malus para 2019 (abreviada en tramos de 10 g/km)

Pero en 2020 las cosas van a ponerse aún más feas para los franceses. El proyecto de ley de finanzas para 2020 (equivale a nuestros PGE) que acaba de aprobarse contempla que el malus se empieza a pagar a partir de los 110 g/km, en España se paga impuesto de matriculación a partir de 120 g/km. El límite máximo aumenta a 20.000 euros para los modelos que más emiten, a partir de 184 g/km.

Desde el 1 de enero el malus se calculará a partir de los gramos emitidos según normativa NEDC, que reduce artificialmente esa cifra en relación al mundo real. A lo largo del primer semestre se empezarán a tener en cuenta las cifras de WLTP, por lo que en la práctica los automovilistas pagarán un mayor malus por su vehículo.

En la propuesta inicial el tope del malus estaba en 12.500 euros, pero subió bastante en el texto definitivo aprobado por la Asamblea Nacional. Algunos califican este malus como un impuesto oculto a los SUV, dado que son menos eficientes que los turismos convencionales, aunque obviamente también afecta a deportivos, todoterrenos o gran monovolumen.

Tabla de malus para 2020 (abreviada en tramos de 10 g/km)

Existen algunos supuestos por los que no se paga el malus, como vehículos especializados y los destinados al transporte de personas con movilidad reducida (PMR). Hay reducciones en función del número de hijos del titular, si se importa el vehículo desde otro país europeo o si utiliza biocombustible (E85) y no emite más de 250 g/km.

En otras palabras, quienes se mueven en vehículos grandes pero no justifican que transportan a su familia, más o menos numerosa, pagan bastante, pero quien se vea obligado a comprar un siete plazas no tendrá que pagar en la misma medida que quien se compra un deportivo de más de 250 caballos.

En cuanto al bonus, para 2020 la subvención máxima será de 6.000 euros, siempre y cuando el vehículo no supere los 45.000 euros, y las motocicletas y triciclos eléctricos se pueden bonificar con hasta 900 euros. En cierto modo, los que compran vehículos de mayores emisiones están reduciendo el precio a los que compran vehículos más eficientes. Pero los bonus se irán reduciendo en los próximos años.

El caso español

Actualmente el impuesto de matriculación se paga en función del CO2 emitido. Por debajo de 120 g/km no se paga nada, de 121 a 160 g/km se paga el 4,75%, de 161 a 200 g/km el 9,75%, y por encima el 14,75%. En algunas CCAA el tope es del 16,75%, por ejemplo en Cataluña. El impuesto depende del valor del vehículo, en Francia no.

Las subvenciones y ayudas a la compra no son permanentes, dependen de partidas presupuestarias que se asignan y cuando entran en vigor se gastan muy rápido, pueden volatilizarse en un par de días. De esta forma no nos extraña que los franceses compren más vehículos ecológicos que los españoles. Seguramente las ventas de SUV se van a frenar por el incremento impositivo, ahora rondan el 30%.

En nuestro país no se premia el comprar coches de bajas emisiones, y tampoco hay grandes penalizaciones por comprar modelos poco eficientes. Es algo en lo que deberían reflexionar los políticos cuando por fin se pueda formar un gobierno. Bien es sabido que la demanda de vehículos eléctricos se estimula cuando los precios finales son menores. Se reduce así el plazo de amortización.

¿Consideras que el sistema bonus-malus funcionaría en España?

Fuente: Asamblea Nacional de Francia