La escasez de los microchips, una situación dramática para los clientes
La escasez de los microchips se está convirtiendo en una situación realmente dramática. Miles de unidades se coches nuevos se almacenan en campas a la espera de tan ansiado salvavidas, mientras los plazos de entrega son cada vez mayores, de hasta 14 meses.
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Publicado: 18/09/2021 16:00
Los expertos analistas del mercado que vaticinaron una mejora en la situación de los microchips para esta segunda mitad del año se equivocaron. La escasez es cada vez mayor, los parones en las fábricas cada vez más, y eso contando que muchas han cerrado por vacaciones durante el pasado verano.
Pocas semanas después de reanudar la producción de coches nuevos, la mayoría de las marcas con sede de fabricación en Europa, se han visto obligadas a realizar un nuevo parón. La japonesa de Toyota ya empieza ver como sus almacenes de componentes se resienten de estas piezas, y a las coreanas también les está pasando una situación similar, aunque todavía no han llegado al límite de las europeas que ya lleva varios parones.
Las reservas de microchips en las fábricas europeas se agostan
El gran problema es para los clientes, cuyos plazos de entrega se está demorando «sine die». Los seis meses de espera que hasta ahora era un plazo habitual, se está empezando a duplicar en el mejor de los casos. Determinados modelos de Land Rover comprados la pasada primavera serán entregados la próxima, y el nuevo Mercedes EQS es otro de los nuevos modelos que ya tiene una lista de espera de un año.
Eso sí, siempre y cuando se monte el sofisticado salpicadero «MBUX Hyperscreen». La insignia tecnológica, que es un opcional del eléctrico y uno de los verdaderos centros de atención del modelo, se encuentra en la lista de espera porque a saber cuántos chips necesita para un montaje que tiene que realizarse obligatoriamente en fábrica. Y así continúa la lista en la mayor parte de los fabricantes, realmente eterna.
Tanto, que para los clientes se está convirtiendo en una odisea, pues cabe elegir los equipamientos y renunciar a algunos de los deseados con tal de que el coche se entregue en un plazo prudencial. De hecho, hay marcas que ya están dando 14 meses de espera para la llegada de coches a concesionarios, por lo que no existe compensación alguna por parte del distribuidor si se incumple el plazo. La situación es global, no particular de una sola marca, y de difícil solución, pues no se espera una regularización real hasta finales de 2022, o principios de 2023.