Skoda calma los ánimos frente a los rumores que la sitúan como rival de Dacia

Fuentes de Volkswagen explican que cuando un grupo tan grande como el alemán, en el que confluyen marcas que, por naturaleza, compiten por un mismo objetivo con modelos iguales, una o más salen perjudicadas. En parte, este razonamiento es cierto y es lo que se conoce en el argot como "canibalización".

Pero hasta ahora no estaba habiendo problema, dado que los diferentes modelos de las cuatro marcas principales están perfectamente delimitados. Aún así, y cuando el gigante alemán va camino de superar los objetivos de ventas del año pasado, aviva el fuego de Skoda con el replanteamiento que sopesa las cabezas de los máximos mandatarios, dejar a los checos como rivales de Dacia.

Lo cierto es que todo este lío se ha ido gestando desde que los alemanes decidieron trasladar la producción del Passat junto a la del Superb, incluso desplazando a este modelo de su planta en favor del germano y para el que ahora se busca ubicación desesperadamente.

Los sindicatos están en pie de guerra, los empleados desmoralizados, por lo que Bernhard Maier, presidente de la junta directiva, ha tenido que intervenir calmando los ánimos entre los empleados de la planta de Mlada Boleslav, asegurando que "los valores de la marca no cambiarán en el futuro", añadiendo que "es un proceso normal y una de las principales tareas para la separación estratégica de una empresa multimarca".

Estas manifestaciones de los responsables del grupo son ya más que viejas, rescatadas una y otra vez desde tiempos inmemoriales

Toca pelear por los derechos de Skoda, una de las marcas que más productividad y alegrías trae a Volkswagen, con una imagen de marca ganada a pulso en los últimos años que Herbert Diess y sus colegas saben que no pueden tirar por la borda poniendo a los checos a la altura de Dacia. De hecho, son perfectamente conocedores de que los clientes de toda Europa saben del posicionamiento tan distinto que tiene un Audi A3, SEAT León, Skoda Octavia y Volkswagen Golf.

Los antecesores en el cargo también pretendieron que SEAT fuera la alternativa a los italianos durante mucho tiempo y nunca se llegó a materializar tal cambio. Ahora, con la llegada de CUPRA también se está considerando a esta marca deportiva en lugar de la española de toda la vida.

Además, la implantación de esta estrategia conlleva mucho más, una enorme inversión que, ahora, centrados en el despliegue de los coches eléctricos en todas las marcas del grupo puede suponer un importante descalabro, uno más y muy grande pero no tanto como el daño en ventas que se podría generar al restar protagonismo a Skoda.

Fuente: Automotive News Europe