Los objetivos comerciales del Skoda Scala, muy lejos del bajo coste de su antecesor
Sustituir a los Skoda Rapid y Spaceback no fue una tarea fácil para la marca checa, que tuvo libertad para cumplir tan difícil misión. El gran objetivo de los checos fue desarrollar un modelo de bajo coste, pero con tecnología más moderna. Hoy, las cuentas de la firma de Mladá Boleslav demuestran que el Skoda Scala no cumple con este menester.
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Publicado: 31/10/2020 16:00
Hace casi dos años que se presentó el nuevo Skoda Scala. El nuevo checo debutó en diciembre de 2018 con el claro objetivo de revalidar el éxito comercial de los Skoda Rapid y Skoda Spaceback, los dos modelos de bajo coste que se ofrecieron como berlina tradicional y un cinco puertas con más aspecto de familiar, dando una consolidada respuesta a Dacia.
El concepto de los rumanos ha dado éxito en cada generación, al utilizar una base mecánica más que amortizada y un nivel mínimo de tecnología, pero que el nuevo modelo de Skoda no es tan así. Los clientes disponen de un amplio equipamiento opcional con elementos más tecnológicos, todo lo contrario que los rumanos, que cuentan con lo justo y necesario, lo más interesante para el cliente. Nada de «chuches» como los intermitentes dinámicos.
El Skoda Scala es un compacto asequible, y no un ejemplo de bajo coste
Skoda decidió prescindir de la carrocería sedán del Rapid y apostar por una mayor versatilidad, lo práctico de un cinco puertas con estilo familiar. Este fue uno de los grandes errores del modelo, pues el cinco puertas siempre es más caro, por lo que los clientes con un presupuesto más contenido abogan por el sedán. Además, sus dimensiones son propias de un compacto, no de un utilitario, con una distancia entre ejes de 2.650 milímetros y un maletero con un volumen de 467 litros, que supera al Golf.
Factores que no suponen ventajas para clientes de presupuestos más bajos, sino más un lastre, y es lo que se está demostrando en el año y medio que acumula a la venta. Según datos de JATO Dynamics, en 2019 se vendieron 38.062 unidades del Scala en toda Europa, y en los primeros 8 meses de este año -segundo año completo a la venta- acumula 34.430 unidades, cifras muy bajas comparadas con el Rapid: en 2013 cosechó 38.442 unidades, y 77.000 en el segundo año.
Las diferencias hablan por sí solas, incluso también en el precio, hasta casi 25.000 Euros en las versiones más costosas. Una filosofía completamente opuesta y diferente a la marca rumana o al Citroën C-Elysée que está pasando factura a la marca checa, y a la que ha dejado fuera de la competición en el bajo coste.
Fuente: Autoforum