El renacer de Skoda, de una marca de coches baratos a pisar los talones a Volkswagen y ahora con el riesgo de los chinos al acecho

Ha sido una de las marcas más baratas del conglomerado de Volkswagen durante largo tiempo. Prácticamente la mayor parte de su historia bajo el paraguas de los alemanes, y casi nadie daba un duro porque Skoda llegase a ser la marca que hoy es. Los checos eran la cuarta marca del gigante alemán, por detrás de SEAT, a la que adelantaron por la derecha aprovechándose de una crisis de la española muy extendida en el tiempo.

Skoda supo sacar un gran partido del banco de órganos de los alemanes, y explotar al máximo sus recursos, especialmente los bajos costes de la República Checa, lo que le permitió alcanzar un verdadero récord en 2016 arrastrando éxitos durante tres cuatro años más hasta llegar a 2019. Skoda fue la Dacia del grupo Volkswagen pero abandonó ese papel hace mucho tiempo.

Skoda dejó el papel de marca de bajo coste, no es Premium pero tampoco lejos

Hoy, el modelo más barato de la firma es el Skoda Fabia, y para el que hay que tener unos 17.000 euros en el bolsillo o en la cuenta corriente. Mucho más de lo que costaba hace una década, y más que un Felicia, su antecesor, contando también con un buque insignia como es el Superb, que puedes llevarse a casa por poco menos de 60.000 euros en su especificación más alta de la gama, en términos de equipamiento y motor.

Precios que, lógicamente, no son precisamente los de una marca barata como la de los rumanos. Kieran Merrigan, jefe de producto y marketing de la división australiana de Skoda, sabe perfectamente que esto es así a la vista de los resultados de la marca que dirige en este país, donde los tentáculos de los checos han llegado. En unas declaraciones a un medio australiano, Merrigan está convencido de que «el valor es más importante que el precio hoy en día. El sello Made in Europe hace mucho, es indicio de un mayor prestigio y refinamiento».

Skoda no se puede descuidar, las marcas chinas saben el punto débil

Prueba de ello es que las versiones de los Skoda que más se venden en Australia son las deportivas de los Octavia RS y Kodiaq RS, además del Fabia Monte Carlo. Se espera que Skoda logre un importante récord de ventas a finales de año, por supuesto no de sus coches eléctricos, pero sí con la ayuda de otros mercados emergentes donde la marca checa también ha llegado como India y, más recientemente, de Oriente Medio.

Sin embargo, en estos debe tener cuidado porque los chinos también están al acecho. Las marcas Premium ya se han dado cuenta de un factor clave: los precios sin descuentos tienen los días contados si quieren volver a los grandes volúmenes de ventas, lo que aprovecharán las marcas asiáticas para convencer a los clientes de sus productos aunque el refinamiento sea más a la baja.