smart afronta una pérdida de ventas al eliminar las versiones gasolina, pero por poco tiempo

En el futuro diremos adiós a los motores de gasolina en modelos nuevos, pero smart lo hará en un par de años en Europa. La cuota de ventas eléctricas va subiendo, por lo que los responsables de smart confían en una pérdida de ventas que solo será temporal.

6 min. lectura

Publicado: 06/06/2018 21:00

Annette Winkler, CEO de smart desde 2010, dejará su cargo en cuestión de meses

Pocas marcas pueden presumir, a día de hoy, de permitir elegir todos sus modelos o con motores de gasolina o con eléctricos a baterías. Es el caso de smart, que tiene todo su catálogo disponible en versión eléctrica, y en Norteamérica ya de forma exclusiva. smart será una marca completamente eléctrica en el futuro.

Este gran avance, que otros tantos fabricantes no se pueden plantear tan rápido, será imitado en menos de 20 años por la mayoría de la industria. Según la responsable de la marca, Annette Winkler, es la mejor decisión para el futuro de smart, aunque eso suponga una pérdida de ventas a corto plazo.

En la generación anterior de estos utilitarios llegaron a convivir versiones gasolina, diésel y eléctricas. En la nueva no hay diésel. En la próxima no habrá gasolina. El anuncio llegó en septiembre de 2017, e inicialmente se ligó a las pobres ventas de smart en Estados Unidos.

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Gama electric drive de dos puertas

Si echamos un vistazo a los resultados comerciales de 2017, no fueron precisamente malos. Se realizaron 135.000 entregas a clientes, un 6,5% menos que en 2016, año récord de ventas. China compensó en parte el mercado americano, ya que solo en el país asiático se vendieron 23.097 smart (+9,8%).

En lo que va de año, enero a mayo, se han vendido 52.463 unidades, que respecto al mismo periodo de 2017 implica una caída del 8,5%. En Europa se está vendiendo bien en Alemania, Bélgica y Holanda. Nunca antes se habían vendido tantos eléctricos en los cinco primeros meses de año, aunque la cifra no viene desglosada.

Poco a poco, los clientes de smart van prefiriendo las versiones eléctricas pudiendo elegir las de gasolina. La razón es sencilla, las versiones smart EQ tienen autonomía suficiente para los recorridos habituales de la clientela, 30-40 km diarios de media. La homologación NEDC es de 160 km para el fortwo coupé, 155 km para fortwo cabrio y forfour.

Las versiones Brabus, de gasolina, acabarán por convertirse en piezas de coleccionista

Uno de los factores que limita el crecimiento de la gama eléctrica es la red de puntos de recarga. Por ejemplo, en Roma se venden cada año 10.500 smart, pero en esa ciudad hay 24 puntos de carga, aclaró Annette Winkler. El año que viene se instalarán puntos de carga en 200 aparcamientos de la ciudad eterna, gracias a los acuerdos alcanzados localmente.

La versión eléctrica es una elección a priori obvia para un coche de planteamiento eminentemente urbano como es el tipo de coche que vende smart. Ni ahora ni en el futuro los eléctricos dejarán de circular por problemas de contaminación, solo han de temer a la peatonalización de calles o que algunos barrios se blinden contra los no residentes.

Los smart de gasolina contaminan, no mucho, pero contaminan. A partir de septiembre los smart de gasolina que se vendan deberán cumplir con Euro 6d-temp, lo cual habrá supuesto dinero, el motor de origen Renault no es precisamente el más limpio de su categoría de acuerdo a estudios independientes que han medido los gases de escape.

Para la señora Winkler, el movimiento es arriesgado, pero funcionará. Ha estado a cargo de la marca ocho años. En los primeros años de la próxima década habrá un trasvase de clientes de smart hacia otras marcas que sí ofrezcan versiones de gasolina, pero con el tiempo se recuperará el nivel perdido. Más allá de 2020, las versiones gasolina desaparecerán del resto de mercados.

smart se ahorrará los costes de homologación de versiones gasolina de 2020/2021, tanto en contaminantes como en dióxido de carbono

Winkler cree que la promoción del coche eléctrico que se hará en las grandes ciudades, poniéndoles facilidades e invirtiendo en puntos de carga, aumentará su popularidad. Por lo tanto, llegará un punto en el que no haya que echar de menos las versiones de gasolina. En Alemania e Italia, dos mercados clave en Europa, la red de recarga es muy pobre.

De momento, Daimler intenta compensar esto ofreciendo la recarga gratuita en sus concesionarios, así como desarrollando una aplicación que permitirá la reserva de un punto de carga a distancia, para garantizar que se podrá cargar al llegar. Cuanta más confianza tenga la clientela, más seducida se verá por esta gama.

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