Stellantis obliga a Reino Unido a revisar el acuerdo del Brexit o abandonará la producción de furgonetas eléctricas en el país

Para una gran parte de la población del Reino Unido, el Brexit no ha supuesto las grandes mejoras que el Gobierno de James Cameron prometió. Nigel Farage, uno de los responsables por la independencia británica, ha reconocido que la salida de la UE ha fallado al no haber sabido aprovecharse de las ventajas económicas que suponía, un descontento que es compartido por una gran parte de la población, y que ahora se ha complicado mucho más con el aviso que ha llegado desde Stellantis.

El gigante franco-italiano ha sido más que claro, y tajante, con el Gobierno dirigido por Rishi Sunak, instándole a encontrar una solución rápida al gran problema que supondrán los nuevos aranceles de exportación a la Unión Europea de las furgonetas eléctricas fabricadas en la planta de Ellesmere Port. La antigua fábrica de Vauxhall se transformó completamente para producir las versiones eléctricas de los comerciales de Peugeot y de la marca del rayo, encontrándose ahora en una situación que Tavares no está dispuesto a correr el más mínimo riesgo.

La demanda de Stellantis es un verdadero peligro para Reino Unido

El problema reside no solo en los aranceles de exportación, sino que también afecta al abastecimiento de piezas y componentes lo que, sin duda alguna, afectará al precio final de venta de estos modelos. Stellantis se había comprometido a seguir fabricando en Reino Unido bajo unas condiciones, que se endurecerán más en 2024, por lo que la producción en la fábrica de Ellesmere Port no será lo suficientemente competitiva como para conseguir los objetivos de Stellantis.

En una presentación ante un comité de la Cámara de los Comunes que examina las perspectivas de la industria de eléctricos de Gran Bretaña, seriamente comprometida con los modelos de etiqueta de Cero Emisiones, Stellantis ha soltado la bomba: «Si el costo de la fabricación de vehículos eléctricos en el Reino Unido se vuelve no competitivo e insostenible, las operaciones se cerrarán».

A partir de 2024, al menos el 45 por ciento del valor de un eléctrico debe provenir del Reino Unido o la Unión Europea para que los vehículos puedan seguir exportándose a la UE sin aranceles

Que Stellantis deje de producir en Reino Unido no es un problema

Stellantis apunta que la batería es el componente más costoso, y no solo en términos del componente, sino también del transporte dado su elevado peso, lo que aumenta el coste, por lo que ha solicitado a los británicos a extender el acuerdo inicial hasta 2027, tres años más. Fuentes del Gobierno han apuntado que ya han trasladado esta cuestión a Bruselas, esperando un buen entendimiento, pues si no la industria del automóvil británica correrá un serio peligro. Perder a Stellantis supondrá que más de 5.000 trabajadores se irán a la calle.

Factorías para seguir fabricando estas furgonetas no le faltan a Stellantis, que pueden terminar saliendo de las líneas de montaje con las que cuenta en España, Serbia o Turquía y hasta Marruecos, si se da el caso. Pero es Portugal el importante y el que puede llevarse el gato al agua. La factoría de Mangualde ya fabrica las versiones de combustión de las furgonetas de Citroën, FIAT Opel y Peugeot, y también hará las eléctricas a partir de 2025.