Stellantis advierte que abandonarán las marcas que no generen beneficios, «si no ganan dinero, las cerraremos»

Hace más de tres años que Stellantis se puso en marcha. Este conglomerado automovilístico, un verdadero coloso, fruto de la unión de FIAT Chrysler Automobiles y Groupe PSA, irrumpió en escena con el objetivo unir bajo una misma dirección algunas de las firmas de vehículos más importantes de Europa y Norteamérica. El resultado de aquella fusión fue la creación de uno de los principales fabricantes de vehículos a nivel global. Ahora bien, Stellantis nació con algunos problemas.

Más de diez marcas de vehículos forman parte de Stellantis. Cuando esta compañía se puso en marcha años atrás, algunas de estas firmas de automóviles venían arrastrando problemas realmente grabes. Unos problemas que, de no ser solventados, hacía inviable la continuidad de estas marcas a medio y largo plazo. Por aquel entonces, bajo la premisa de acabar con las especulaciones sobre posibles cierres, se lanzó un mensaje tranquilizador. Carlos Tavares, CEO de Stellantis, aseguró que cada marca del grupo recibiría fondos y una década de tiempo para demostrar su valía.

Stellantis cierra la primera mitad de 2024 con una preocupante caída de los ingresos

El tiempo ha pasado, y aunque todavía no se ha cumplido la media década de dicho margen de tiempo proporcionado por Tavares, parece ser que el máximo dirigente de Stellantis está cansado de esperar. La compañía acaba de presentar los resultados correspondientes al primer semestre de 2024. Stellantis obtuvo unos ingresos netos de 85.000 millones de euros, lo que representa una caída del 14% respecto a la primera mitad de 2023.

Tavares ha asegurado durante la conferencia de prensa que estos resultados «no están a la altura de nuestras expectativas, lo que refleja tanto un contexto desafiante de la industria como de nuestras propias dificultades operativas». ¿Se avecina tormenta? Es algo que no podemos descartar y lo cierto es que todo apunta a Norteamérica. Es uno de los mercados principales para Stellantis y, sin embargo, es donde más se han reducido los ingresos.

Las distintas marcas de coches que conforman este conglomerado automovilístico vienen trabajando desde hace años en una ambiciosa e importante ofensiva de producto. En un corto espacio de tiempo han visto la luz numerosos vehículos electrificados. FIAT, Citroën, Peugeot, Jeep, Opel y Maserati, han concentrado el grueso de las novedades. Lamentablemente esta ofensiva de producto no está reportando beneficios tan rápido como se preveía en un primer momento.

Stellantis se cansa de esperar y lanza una advertencia a sus marcas más problemáticas

En unas declaraciones a Bloomberg Television recogidas por el medio Autonews, Tavares dejó claro que no les temblará el pulso a la hora de echar el cierre de aquellas marcas que no generen beneficios. El CEO de Stellantis aseguró que están preparados para deshacerse de aquellas firmas que no rindan bien tras una fuerte caída de sus beneficios en el primer semestre.

«Si no ganan dinero, las cerraremos. No podemos permitirnos tener marcas que no generen beneficios» aseguró Tavares. El beneficio neto obtenido por Stellantis en la primera mitad de 2024 fue de 5.600 millones de euros, un 48% menos que en el mismo periodo de tiempo del año anterior. La situación es verdaderamente complicada.

El máximo dirigente de Stellantis fue un paso más allá y, de manera abierta, dejó claro que ninguna marca es imprescindible: «No hay absolutamente ningún tabú. Las marcas están aquí para aprovecharlas. Si no son capaces de monetizar el valor que representan, entonces se tomarán decisiones».

Chrysler, Maserati, Dodge, Lancia y DS Automobiles están en el punto de mira. Y por distintos motivos. En el caso concreto de Maserati, viene reportando pérdidas muy grandes a pesar de haber introducido una larga lista de novedades en un corto espacio de tiempo. Chrysler y Dodge siguen lidiando con una gama de modelos realmente escueta y veterana. En cuanto a Lancia y DS Automobiles, aunque están haciendo bien las cosas, tienen una contribución marginal a las ventas totales del grupo.

No pocos analistas aseguran que Maserati sería una de las marcas «a sacrificar» a corto plazo puesto que, gracias a toda su historia, cuenta con un importante valor. Todo ello a pesar de que no genera beneficios. También es igualmente cierto que Maserati y Lancia no han tenido el tiempo necesario para demostrar si sus vehículos de nueva generación tendrán el éxito esperado. En cualquier caso, no pinta nada bien.