Stellantis le ha dado un papel clave al Dodge Charger Daytona, del que dependerán los futuros coches eléctricos de la compañía

Stellantis, al igual que la gran mayoría de actores protagonistas del sector del automóvil, están acelerando en su carrera hacia el coche eléctrico en el medio y largo plazo. Es cierto que las estrategias en el corto plazo están sufriendo frenazos en todas las marcas, debido en gran parte al enfriamiento de la demanda del mercado en los últimos meses.

Sin embargo, con vistas más hacia el final de la presente década, Stellantis sigue decidida a apostar por el coche eléctrico. Y el futuro de este tipo de vehículos pasa por las baterías de estado sólido.

Una tecnología que va a garantizar poder disponer de baterías con una mayor densidad energética, más eficientes y que permiten más autonomías (superiores a los 1.000 km) y cargas rápidas más seguras. Sin embargo, y aunque muchas marcas estén ya desarrollando estas baterías y haya promesas de que puedan llegar en los próximos años, todavía hay muchos retos que superar.

Sobre todo, el que tiene que ver con su producción en masa, ya que los costes iniciales serán muy elevados. Es por eso que Stellantis, de la mano de Factorial, ha tomado una decisión importante para el desarrollo de esta tecnología.

El Dodge Charger Daytona será el primero con estas baterías

Stellantis ha escogido su plataforma STLA Large para las primeras pruebas con las baterías de estado sólido de Factorial, una compañía norteamericana en la que el gigante automovilístico ha invertido 75 millones de dólares en el pasado año 2021.

Sus baterías patentadas con electrolito sólido serán puestas en carretera ya en el año 2026, pero inicialmente en una flota de demostración utilizando vehículos Dodge Charger Daytona.

Estas baterías, con una densidad energética superior a los 390 Wh/kg (mejorando las primeras cifras de la ya presentada batería condensada Qilin de CATL, fabricante número 1 de baterías), serán puestas a prueba durante los próximos años para validar su tecnología y evaluar su rendimiento en condiciones de conducción reales en carreteras norteamericanas.

Stellantis tiene claro que esta tecnología debe orientarse inicialmente hacia los SUV eléctricos de gran volumen y los vehículos de altas prestaciones, de ahí que se allá escogido la plataforma STLA Large, que abarca a sus marcas Jeep, Alfa Romeo, Maserati, Chrysler y Dodge, y a un modelo como el Charger, que afronta ahora un ambicioso futuro en clave eléctrica.

De los resultados de estas pruebas se dará un paso grande hacia una posible comercialización de las baterías de estado sólido. De hecho, las previsiones de Factorial, que también cuenta entre sus inversores a KIA, Hyundai o Mercedes, es que estas celdas de baterías con electrolito sólido estén listas en el año 2029.

Las baterías del futuro

Prácticamente todas las marcas están trabajando a fondo para desarrollar sus propias baterías de estado sólido. Como Stellantis, Volkswagen ha recurrido a un socio externo, QuantumScape. BYD, Toyota, Nissan, la mencionada CATL… van a contrarreloj para sacar adelante esta prometedora batería.

Pero por el momento, la marca que parece haber tomado ventaja es SAIC, matriz de la marca MG entre otras, que ya ha prometido traer al mercado su batería de estado sólido para el 2025, o al menos presentarla, e iniciar su producción poco después, adelantándose en varios años las previsiones iniciales del sector.