¿Qué hay de cierto en los rumores de una posible fusión entre Stellantis y Renault?
Durante los últimos días se han avivado los rumores de una posible fusión entre dos gigantes automovilísticos como Stellantis y Renault. Una rivalidad que se remonta años atrás y que ahora vive un nuevo capítulo en su particular «guerra» comercial.
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Publicado: 08/02/2024 12:00
La rivalidad entre Stellantis y el Grupo Renault viene de muy lejos, de mucho antes de la última fusión en 2021 entre PSA y FIAT-Chrysler. Peugeot y Renault, los dos grandes fabricantes de coches en Francia, han mantenido siempre una dura pugna.
Sin embargo, acontecimientos más recientes en la industria al hilo de los coches eléctricos, así como el asalto de los fabricantes chinos al continente europeo, están obligando a los principales actores del sector a buscar alianzas estratégicas para no quedarse atrás.
Los últimos rumores que se han avivado en Francia apuntan, precisamente, a una posible fusión entre estos dos colosos del motor de la mano del gobierno francés. No olvidemos que este último es el mayor accionista de Renault y que cuenta además con una participación en Stellantis.
Unos rumores se iniciaron en 2022 cuando Renault abandonó Rusia, su segundo mercado más grande por entonces. Ahora, vuelven a coger forma después de la información revelada por el medio italiano Il Messaggero, pero también después de las últimas declaraciones de Carlos Tavares, CEO de Stellantis, y de la decisión de Renault de cancelar los planes de salida a bolsa de Ampere, su nueva división de vehículos eléctricos y software.
Al hilo de Tavares, este comentó que el ascenso de los fabricantes chinos, los esfuerzos de la UE para eliminar gradualmente los motores de combustión y los «costosos nuevos contratos» del sindicato United Auto Workers, tras las últimas huelgas en Estados Unidos, alimentaban la posibilidad de nuevas fusiones y adquisiciones.
La realidad de los rumores de fusión
Pero lo cierto es que los rumores son, precisamente eso, rumores. O al menos eso es lo que dicen públicamente las partes implicadas. Una fuente del Ministro de Finanzas del gobierno francés afirmó que no existe ningún cambio en su posición hacia la estrategia de Renault para los próximos años.
Es decir, se sigue apoyando la idea de que la firma del rombo se mantenga como un fabricante independiente con asociaciones industriales y tecnológicas clave. A pesar de que Renault no cuenta con la misma escala y recursos que sus rivales, se siguen apoyando los vínculos de la marca más allá de las tradicionales alianzas con Nissan o Mitsubishi, como son sus colaboraciones con Geely, Google o Qualcomm.
En el otro lado de la polémica, el presidente de Stellantis, Hohn Elkann, negó también los rumores de una posible fusión: «No se está considerando ningún plan sobre operaciones de fusión con otros fabricantes», destacó.
Recordemos que Stellantis nace en 2021 de la fusión del grupo francés PSA con FIAT-Chrysler Automobiles. Uno de los conglomerados, con 14 marcas, más rentables del sector y con una capitalización de mercado de más de 85.000 millones de euros.
Cifras que están lejos de los 10.000 millones de euros de Renault, que en su día estuvo a punto de fusionarse, precisamente, con FIAT-Chrysler, en un plan que no salió adelante debido a las objeciones mostradas por Nissan.
Una fusión que se antoja complicada
Analistas especializados cuestionan una posible fusión entre Stellantis y Renault, a pesar de que esta última se ha visto como un objetivo potencial para posibles fusiones, sobre todo después de reducir su cooperación con la marca japonesa. Sin embargo, la marca del rombo no ofrecerá una escala significativa en otras regiones del mundo, aparte de los posibles «obstáculos antimonopolio» a los que deberían enfrentarse.
Mientras tanto, Tavares sigue su particular cruzada de declaraciones y mensajes, incluida la propia Renault o contra el propio gobierno italiano, que podría estar planteándose incluso adquirir una participación en Stellantis para equilibrar la influencia francesa.
Una historia con muchos matices, muchos actores y con gobiernos de por medio que nos dejan una conclusión indudable: el nerviosismo que existe en la industria europea ante el enorme reto que se viene por delante con el coche eléctrico. «Puede ser un baño de sangre», dijo recientemente Tavares sobre las presiones por lanzar coches eléctricos baratos.
Fuente: Automotive News Europe