La tecnología ECO de Stellantis está siendo un éxito, pero deben solucionar este problema que está frenando sus ventas

Si echas un vistazo a la lista de últimas novedades en las marcas que conforman el conglomerado Stellantis, te habrás percatado de que muchas de ellas son las que montan su tecnología híbrida de 48 voltios.

Tradicionalmente hemos asociado este tipo de tecnología a lo que llamamos micro híbridos, de hibridación suave o MHEV. Sin embargo, en esta tecnología 'made in Stellantis', estrenada en 2023, ofrece unas ventajas que lo asemejan más a los híbridos autorrecargables convencionales o HEV.

Sea como fuere, la tecnología de 48 voltios de Stellantis, que en España le permiten acceder a la etiqueta ECO de la DGT, no deja de extenderse por toda la gama de vehículos de casi todas las marcas del gigante automovilístico.

A pesar de que la oferta de modelos es mayor y que las ventas están acompañando, Stellantis tiene todavía un problema que resolver a este respecto.

Cuellos de botella en la producción

El propio CEO de Stellantis, Carlos Tavares, presume de un «éxito enorme» de la tecnología de 48 voltios que ya vemos en modelos de Citroën, Peugeot, Opel, Jeep… Para este año se contarán hasta 30 modelos con etiqueta ECO gracias a esta tecnología y, de aquí al 2026, deberían llegar 6 nuevos.

Las ventas podrían ir mejor si pudiesen resolver cuanto antes el problema del lento aumento de la producción de la transmisión de doble embrague electrificada eDCT que montan estos vehículos.

La empresa conjunta de Stellantis con Punch Powertrain es la encargada de producir hasta 1,2 millones de estas transmisiones al año sumando la capacidad de dos plantas, la de Mirafiori en Turín (Italia) y la de Metz (Francia), que abastecen a 11 plantas.

El problema más grande lo tienen en la primera, en la italiana, que apenas empezó con el ensamblaje de estas transmisiones en abril, con una capacidad que debería poder alcanzar las 50.000 unidades cada mes (600.000 anuales), pero que actualmente se queda en las 18.000 mensuales.

Una apuesta acertada

Stellantis eligió hace unos años elegir la senda de la electrificación apostando en el corto plazo por esta tecnología de 48 voltios que tiene el potencial de reducir las emisiones de sus coches en hasta un 25 por ciento en comparación con sus equivalentes térmicos.

Este sistema de hibridación de bajo voltaje tiene un sobrecoste medio de unos 2.000 euros y monta un sistema de batería de 0,9 kWh que pesa 12 kg. Este permite, además de reducir consumos y emisiones, poder recorrer hasta 1 kilómetro en modo eléctrico a baja velocidad.

Fuente: Automotive News Europe