Stellantis ha visto las orejas al lobo, trabaja muy duro para evitar que le pase lo mismo que a Volkswagen
No es ningún secreto que Volkswagen está en una posición delicada. Los alemanes no están cumpliendo con la agenda y, lo que es peor, han anunciado importantes recortes a corto plazo. Stellantis no quiere caer en la misma situación.
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Publicado: 19/09/2024 08:00
La electrificación ha llegado a nuestras vidas y a la de las empresas principales del sector, pero no de la misma forma a todas. Las normativas europeas y globales exigen a los fabricantes reducir su huella de carbono y la de los coches que fabrican. Los eléctricos han centrado toda la atención de la industria para bien y para mal. Volkswagen, a pesar de su poder mundial, está sufriendo. Los problemas no hacen más que crecer y compañías rivales como Stellantis no quieren caer en la misma situación.
A mediados de la década pasada, viendo el éxito de Tesla, Volkswagen y su director general, Herbert Diess, decidieron tomar una decisión arriesgada, priorizar los coches eléctricos ante los térmicos. Si bien el mundo parecía destinado a moverse de forma 100% eléctrica, las previsiones y las estimaciones no se están cumpliendo. Los coches eléctricos no terminan de despegar y los de Wolfsburgo están pagando las consecuencias de una medida precipitada. Tampoco han ayudado factores externos e imprevisibles como la pandemia de la COVID-19, los problemas de suministros, los conflictos en Europa del Este y el aumento de los costes de producción.
Stellantis se centra en reducir los precios de venta de sus coches eléctricos
Todo esto ha generado una tormenta perfecta que ha obligado a Volkswagen a anunciar medidas drásticas. La más drásticas en sus casi 100 años de historia. La necesidad de ahorro es tal que los alemanes han amenazado con cerrar algunas de sus fábricas en Alemania en favor de otros centros donde producir es más barato. Como decimos, la situación es tan extrema que muchos rivales le han visto las orejas al lobo. Mercedes también ha tenido que recortar sus planes. Si Volkswagen, el segundo mayor fabricante del mundo, puede caer en esta situación, cualquiera puede hacerlo.
Así lo creen en Stellantis. El conglomerado dirigido por Carlos Tavares controla 14 marcas a nivel global. Sus intereses alcanzan todo el mundo y desde que fuese fundada en 2021 tras la fusión de PSA y FCA, el grupo no ha hecho más que crecer y ampliar su oferta de productos. Sin embargo, Tavares es conocido en todo el mundo por su obsesión de ahorro. El máximo responsable no se anda con pies de plomo. No le temblará la mano a la hora de recortar presupuestos e incluso marcas si llegado el momento estas no son rentables para la compañía. Maserati y Alfa Romeo están en el alambre, aunque por el momento no corren peligro.
Ha sido el propio Tavares el que ha reconocido que Stellantis ya ha tomado medidas oportunas y está trabajando duro para evitar el riesgo de cierre al que se enfrentan sus rivales de Volkswagen. «Hemos hecho muchas cosas impopulares [recortes] en los últimos años para evitar en la medida de lo posible una situación similar a la de Volkswagen». «Nos han criticado por eso, por tomar decisiones que no siempre fueron bien entendidas». Las sinergias entre sus muchas marcas ha permitido reducir costes, aunque también amplía los riesgos como ha quedado constatado en el caso de los motores PureTech.
Para Stellantis la clave es vender coches eléctricos al mismo precio que los coches de combustión. El Opel Frontera y el Citroën ë-C3 son ejemplos de esta estrategia. Sin embargo, tampoco se puede decir que la familia eléctrica de Stellantis goce de una prodigiosa salud. Para reconducir la situación, a principios de año, Stellantis completó la firma de un acuerdo con Leapmotor. El grupo holandés podrá aprovecharse de la tecnología china y, de paso, tener los derechos de venta en exclusiva para Europa. Las dos primeras unidades ya están disponibles en España con precios competitivos, el pequeño Leapmotor T03 y uno de los rivales más fuertes del Model Y, el Leapmotor C10.