Stellantis, contra las cuerdas. Ultimátum a su gigafactoría de baterías en Italia mientras las marcas chinas aguardan
Siguen las rencillas entre el Gobierno italiano y Stellantis a cuenta del coche eléctrico y de los planes de expansión del gigante automovilístico. El ministro de Empresa les ha lanzado un ultimátum ante la falta de respuesta sobre la nueva planta de baterías.
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Publicado: 27/08/2024 07:00
La situación entre Stellantis y el Gobierno italiano sigue estando muy tensa. La 'guerra' entre ambos bandos viene de lejos, y parece que el cruce de declaraciones y amenazas del CEO del grupo Carlos Tavares y el ministro de Empresa y 'Made in Italy' Adolfo Urso no ha terminado.
Desde Italia llevan ya un tiempo acusando a Stellantis de no priorizar Italia en sus planes como es esperarían, a pesar de contar en su cartera de varias marcas del país como Fiat, Maserati, Lancia o Alfa Romeo.
Una polémica que alcanzó la máxima tensión en dos momentos muy particulares: cuando se lanzó el Alfa Romeo Milano y, tras las presiones del gobierno italiano por no fabricarse en el país, se decidió cambiar el nombre del SUV eléctrico por el de Junior; y cuando las autoridades italianas confiscaron 134 coches del FIAT Topolino importados desde Marruecos y que poseían una bandera del país, incumpliendo la ley 'Made in Italy'.
Ahora, la polémica viene a cuenta de las intenciones de Stellantis de levantar varias fábricas de baterías en Europa, entre las que se encuentra la de Termoli, en Italia, que debería estar operativa para el 2026. Urso ha lanzado un ultimátum a Stellantis: o responden favorablemente, o se quedarán sin la subvención pública prometida. Y hay muchos interesados en ese dinero.
Stellantis e Italia, el 'pique' continúa
Stellantis es inversor mayoritario de ACC, una joint venture en la que también están Mercedes-Benz y TotalEnergies y que había prometido levantar tres gigafábricas de baterías en Europa para los próximos años: en Douvrin (Francia), la cual está ya operativa; en Kaiserlauten (Alemania); y en Termoli (Italia), con un coste total de 7.000 millones de euros.
Sin embargo, el estancamiento que han sufrido las ventas en el mercado de coches eléctricos en los últimos meses ha frenado las intenciones de muchos fabricantes a la hora de llevar a cabo sus planes de electrificación. Stellantis no ha sido menos, y también ha cambiado su estrategia.
Por un lado, se paralizaron los proyectos de las plantas de Alemania e Italia; por el otro, ACC pasaría a apostar por la producción de baterías de litio de bajo coste, las LFP. La falta de respuesta de Stellantis está poniendo nervioso a más de uno, y el ministro italiano Adolfo Urso ha lanzado lo que parece un ultimátum.
«Hemos estado esperando estas respuestas durante demasiado tiempo. Si Stellantis no nos responde positivamente sobre el proyecto, los recursos del PNRR (Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia) se asignarán a otros: no podemos perderlos porque Stellantis no cumple sus compromisos. Es el deber de Stellantis, ahora, el relanzar la industria del automóvil en Italia. Y hemos estado esperando estas respuestas durante demasiado tiempo», advirtió Urso, toda una declaración de intenciones.
Para dicha planta de Termoli, la inversión total iba a ascender a los 2.000 millones de euros, de los que 370 millones de euros procederían de las subvenciones públicas destinadas del gobierno italiano gracias a los fondos de la Unión Europea, concretamente del fondo de recuperación post-COVID.
Stellantis aseguró que confirmará sus planes más concretos a nivel industrial a finales de este año o principios del 2025.
Las marcas chinas aguardan su momento
Todo esto llega en un momento en el que los rumores y las negociaciones del gobierno italiano con diferentes marcas chinas se acrecientan a cada semana que pasa. Italia quiere dar un impulso a la producción de vehículos en el país, y eso puede pasar por la fabricación de coches eléctricos por parte de los fabricantes procedentes de China.
Estas marcas están ansiosas por llegar y establecerse en Europa, y más desde que se han confirmado los aranceles provisionales a su importación desde el gigante asiático. Chery, BYD o Dongfeng estarían en conversaciones con el ejecutivo de Giorgia Meloni, por lo que un 'desvío' de los fondos destinados inicialmente para Stellantis podría acabar en manos de sus rivales chinos.
Fuente: TeslaRati.com