El último y silencioso vestigio de Studebaker está próximo a desaparecer
La firma Studebaker desapareció hace ya muchos años, pero uno de sus últimos vestigios ha logrado sobrevivir, en silencio, hasta nuestros días. Actualmente, de la misma manera que ha pasado desapercibida a simple vista, corre el riesgo de desaparecer, al igual que lo hizo la marca en su día.
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Publicado: 25/02/2017 17:00
Studebaker fue una gran compañía de automóviles estadounidense, aunque cerró sus puertas en 1966, hasta hoy continúa perdurando su eco. Cuando cerró llevaba más de 100 años funcionando, siendo fundada por en 1852 como fabricante de vagones, aunque con la revolución del automóvil comenzó a fabricar vehículos eléctricos en 1902, y no fue hasta 1904 que no comercializó un modelo de gasolina.
La marca fundada en South Bend, Indiana, era conocida por sus grandes esfuerzos publicitarios y cuando construyó su enorme pista de pruebas cerca de su sede no se quedaron cortos, fabricando una réplica de cerca de 15 metros de largo de uno de sus modelos, que instaló en la propia puerta de las instalaciones, como podéis ver en la galería adjunta. Esta réplica de madera se quemó unos años después y para sustituirla los de Studebaker se plantearon algo más grande, también de madera.
Como se puede apreciar en las imágenes, junto a las instalaciones de pruebas se recreó con árboles el propio nombre de la marca, que no es precisamente corto. Esto sucedía en 1938 y se empleaban unos 5.000 pinos para dar forma a las 10 letras del nombre de la compañía, cada una de ellas de 76 metros de largo, resultando la composición final de cerca de 610 metros de longitud.
Cerca de 30 años después, la marca desaparecía, pero la pista de pruebas sigue activa a día de hoy. Primero pasó a manos de Bendix Corporation, que donó la parte de las instalaciones que incluían la enorme señal y una arboleda anexa al condado de St. Joseph, esa zona es ahora llamada Bendix Woods County Park. Años más tarde, la pista de pruebas en si pasó a ser propiedad primero de Bosch y luego de Navistar International, su propietaria actual.
Actualmente, la zona de la célebre arboleda se encuentra en un área de 79 hectáreas que está abierto al público, con zonas de paseo y picnic, pero la propia señal en sí está desapareciendo por el simple efecto del crecimiento de los árboles. Como se puede apreciar en la segunda imágenes, extraída de Google Maps, el propio crecimiento de los árboles está desdibujando la composición original. El próximo año 2018 el “cartel vivo”, que es como lo llaman los lugareños, cumplirá 80 años nada menos.
Estas ocho décadas de crecimiento ininterrumpido y catástrofes naturales - en 2004 fue gravemente dañada por una tormenta y tuvo que ser reparada - han modificado notablemente la forma original del cartel y más tarde o temprano, quedará tan desdibujada que desaparecerá para siempre. Por lo que hasta entonces, seguirá siendo el último vestigio de la firma fundada en el siglo XIX.