Coches usados que no se devalúan, el grave problema que amenaza al mercado de ocasión
El precio de los coches de ocasión mantiene una tendencia alcista. En determinados modelos y segmentos se da la paradoja de que los automóviles usados no se están devaluando. ¿Qué está pasando? ¿Es una situación pasajera? Analizamos el grave problema que amenaza al mercado de ocasión y que está relacionado con los coches nuevos.
En los últimos tiempos se está dando la paradoja, o más bien bizarra situación, de que los coches de ocasión no se están devaluando. Es más, en determinados modelos y/o segmentos, los precios, en lugar de haberse estabilizado, los precios están creciendo. Esto hace que un coche usado cueste hoy más que hace uno o incluso dos años. Es cierto que tradicionalmente han existido algunas excepciones, pero que de manera generalizada los precios estén subiendo, es un claro síntoma de que las cosas no van nada bien.
Pero, ¿qué está causando este grave problema que amenaza al mercado de ocasión? Entremos en detalle y repasemos todas las claves para descubrir qué hay detrás del encarecimiento de los coches de segunda mano y, sobre todo, ir un paso más allá para averiguar cuándo se normalizará la situación y si, a corto plazo, seguiremos sufriendo lo que ya es considerado como una «tormenta perfecta».
Los compradores de coches nuevos son expulsados al mercado de usados
La crisis de stock en los concesionarios a causa del desabastecimiento global de microchips ha beneficiado al mercado de automóviles usados durante un determinado tiempo. Sin embargo, y como hemos anticipado en artículos anteriores, tarde o temprano estos problemas se trasladarían al sector del vehículo de ocasión. El número de compradores de coches nuevos que están siendo «expulsados» al mercado de usados sigue aumentando.
Es importante ponerse en la piel de un ciudadano que acude a un concesionario a comprar un coche nuevo y la marca le ofrece un plazo medio de entrega que ronda o incluso supera el medio año. En no pocas ocasiones es un plazo de tiempo insostenible. Por lo tanto, y ante la escasez de vehículos nuevos, no queda más remedio que decantarse por la compra de un coche de ocasión.
A pesar de que en los últimos meses se ha experimentado algún que otro descenso de las transferencias de coches usados en relación a los datos del año pasado, el gráfico con la evolución de las ventas de coches de ocasión muestra una tendencia alcista. Al incrementarse la demanda en determinadas franjas de edad, especialmente los coches seminuevos con hasta 3 años de antigüedad y los denominados «coches mileruistas», es decir, automóviles usados con más de 10 años de antigüedad cuyo precio permite abonar la compra al contado sin no mucho esfuerzo.
El ritmo en el que ha crecido la demanda de estos coches usados ha sido muy superior a la entrada de stock. De esta manera, al reducirse la oferta, nos encontramos ante la tesitura de un ascenso de los precios. Algo lógico en un entorno de gran demanda y poca oferta.
En busca de los coches de ocasión que no hay en España
Hay otro problema que debemos poner sobre la mesa para tener un análisis más amplio y completo. Las empresas no están renovando sus flotas de vehículos debido a los elevados plazos de entrega de coches nuevos. Por lo tanto, el potente generador de coches de ocasión que suponen las renovaciones de flotas de empresas está en buena medida paralizado.
Al escasear la oferta en el territorio español, clientes particulares y/o profesionales están recurriendo a la importación. Es por ello que se trata de uno de los canales de ventas que más está creciendo. Es lógico que se opte por buscar en, por ejemplo Alemania, los coches que no se encuentran en España.
Lamentablemente no hay indicios que hagan pensar que esta situación mejorará a corto plazo. Es más, teniendo en cuenta todos estos datos, será necesario esperar a que mejore o se solucione la crisis de los microchips. Pero, ¿cuándo se terminará el desabastecimiento global de microchips? Grandes colosos de la industria automotriz como BMW, Mercedes-Benz y Volkswagen, ponen el punto de mira en el año 2024.
En el momento que se normalicen las cosas en los concesionarios y se empiecen a entregar coches nuevos a un ritmo mínimamente aceptable, buena parte de la presión que está sufriendo el mercado de ocasión será eliminada. Será entonces cuando comencemos a ver un descenso, o por lo menos, una estabilización de los precios. Hasta que esto ocurra, se dará la gravísima situación de que determinados compradores se verán incluso expulsados del mercado de usados cuando hasta hace apenas unos años su nivel de ingresos le permitía comprar un coche nuevo sin no mucho esfuerzo. Son tiempos convulsos.