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El SUV es el coche de moda, y esto ha llevado a la DGT a analizar sus «implicaciones en seguridad vial»

La proliferación del «Sport Utility Vehicle», que comenzó a popularizarse hace algo más de una década, ha cambiado el panorama en las carreteras. La Dirección General de Tráfico se pregunta qué implicaciones tiene esto en la seguridad vial.

El SUV es el coche de moda, y esto ha llevado a la DGT a analizar sus «implicaciones en seguridad vial»
Los SUV son los reyes de la carretera. ¿Es eso bueno o malo? - Unsplash

9 min. lectura

Publicado: 02/09/2024 17:00

El auge de los SUV en los últimos años es un fenómeno que ha transformado el panorama automovilístico mundial. Este tipo de vehículo, que combina características de un todoterreno con la comodidad de un turismo, se ha consolidado como la opción preferida de los consumidores.

Tanto, que ha desbancado a otras categorías tradicionales como las berlinas y los compactos, y también ha hecho prácticamente desaparecer a los monovolúmenes y familiares. Pero, ¿qué ha llevado a los SUV a convertirse en los reyes del mercado?

Percepción de seguridad y versatilidad

Uno de los factores clave en el éxito de los SUV es su atractivo emocional. Su diseño robusto y elevado transmite una sensación de seguridad y control que muchos conductores valoran, especialmente en un contexto urbano.

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Además, la posición de conducción elevada ofrece una mayor visibilidad del entorno, lo que refuerza la percepción de seguridad, aunque no necesariamente se traduzca en una mayor protección en caso de accidente.

Los SUV también han ganado popularidad por su versatilidad. Ofrecen un equilibrio entre espacio interior y comodidad, características que resultan atractivas para familias y personas que necesitan un vehículo capaz de adaptarse a diversas situaciones, desde el transporte de pasajeros hasta el traslado de objetos voluminosos.

Y, si bien la mayoría de los SUV no son aptos para la conducción off-road, su estética robusta sugiere una capacidad de aventura que resulta tentadora para muchos compradores.

El mercado se impone a las críticas

Desde que Nissan lanzara el Qashqai en 2006, el mercado ha evolucionado enormemente. Las marcas de automóviles han sabido adaptarse y explotar esta tendencia y, hoy en día, casi todas ofrecen varios SUV de diferentes tamaños en su gama de productos, lo que ha generado una oferta diversa y accesible.

Esta proliferación ha llevado a una segmentación aún mayor del mercado, con SUV de todos los tamaños y precios, desde compactos hasta grandes modelos de lujo, lo que ha permitido que casi cualquier consumidor pueda encontrar un SUV que se ajuste a sus necesidades y presupuesto.

Sin embargo, el auge de los SUV no ha estado exento de críticas, especialmente desde el punto de vista medioambiental. En general, los SUV son más pesados y menos aerodinámicos que otros tipos de vehículos, lo que se traduce en un mayor consumo de combustible y, por ende, en más emisiones de dióxido de carbono (CO₂).

Aunque los fabricantes están introduciendo versiones híbridas y eléctricas para mitigar este impacto, la popularidad de los SUV plantea desafíos significativos en la lucha contra el cambio climático.

El SUV y la seguridad vial

Por otro lado, el impacto de los SUV en la seguridad vial es un tema complejo y matizado, con aspectos tanto positivos como negativos que conviene analizar. Algo que la propia Dirección General de Tráfico ha comenzado a plantearse.

Uno de los principales atractivos de los SUV es la percepción de seguridad que ofrecen, y la que hemos hecho referencia al inicio del artículo.

Además, en términos de seguridad pasiva, es decir, la capacidad del vehículo para proteger a sus ocupantes en caso de accidente, los SUV suelen tener mejores resultados en las pruebas de choque que los coches más pequeños debido a su tamaño y masa.

Los vehículos son cada vez más grandes y los SUV han acelerado esa tendencia.

Sin embargo, esta sensación de seguridad puede ser engañosa. Aunque los ocupantes de un SUV puedan estar mejor protegidos en una colisión, los vehículos más grandes y pesados pueden representar un mayor peligro para otros usuarios de la carretera, como peatones, ciclistas y ocupantes de vehículos más pequeños.

En un accidente, la energía del impacto que un SUV transfiere a un coche compacto o a un peatón suele ser significativamente mayor, lo que aumenta el riesgo de lesiones graves o mortales para estos últimos.

Visibilidad y riesgos adicionales

La mayor altura de los SUV mejora la visibilidad de la carretera para el conductor, lo que puede ayudar a evitar ciertos tipos de accidentes.

Pero, como contrapartida, esta altura también puede crear puntos ciegos más grandes, especialmente en la parte trasera y lateral del vehículo. Estos puntos ciegos pueden dificultar la detección de peatones, ciclistas o vehículos más pequeños, lo que incrementa el riesgo de colisiones, especialmente en maniobras de aparcamiento o en situaciones de tráfico denso.

Además, los SUV tienen un centro de gravedad más alto que los coches convencionales, lo que los hace más propensos a volcar en situaciones de emergencia, como giros bruscos o cambios repentinos de dirección. Aunque los avances en tecnología, como el control electrónico de estabilidad (ESC), han reducido este riesgo, sigue siendo una consideración importante en términos de seguridad.

La proliferación de SUV también tiene implicaciones para la seguridad de los peatones. Su frontal más alto y rígido aumenta la probabilidad de causar lesiones graves en caso de atropello, ya que la fuerza del impacto suele concentrarse en zonas vitales como el pecho y la cabeza.

Los test Euro NCAP respaldan la seguridad de los vehículos SUV.

Esto contrasta con los vehículos más bajos, que tienden a impactar en las piernas, lo que, aunque sigue siendo peligroso, suele resultar en lesiones menos graves.

A modo de resumen, podemos determinar que los SUV presentan un perfil mixto en términos de seguridad vial. Por un lado, ofrecen una mayor protección para sus ocupantes, lo que es uno de los factores que contribuyen a su popularidad.

Sin embargo, esta seguridad viene acompañada de riesgos adicionales para otros usuarios de la carretera y para los propios conductores en determinadas circunstancias.

Por ello, aunque los SUV pueden ofrecer ventajas en seguridad para quienes los conducen, es crucial considerar sus implicaciones más amplias y buscar un equilibrio en el diseño y la tecnología para minimizar los riesgos que representan para la seguridad vial en general.

De momento, la DGT no ha puesto en marcha ninguna medida específicamente destinada a atajar las potenciales implicaciones de los SUV en materia de seguridad vial. Sin embargo, el hecho de que comience a plantearse públicamente estas podría servir de anticipo a algunas acciones en el futuro.

Fuente: DGT

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