Un estudio asegura que los SUV modernos son lo peor para proteger el medio ambiente

Los coches modernos aseguran ser eficientes, limpios y respetuosos con el medio ambiente, pero un estudio americano echa por tierra esa idea. Los SUV son los enemigos naturales del medio ambiente por sus excesivos consumos y peso.

Un estudio asegura que los SUV modernos son lo peor para proteger el medio ambiente
Los coches pesados consumen más y necesitan más recursos para fabricarse

5 min. lectura

Publicado: 19/10/2023 10:00

Hoy todo lo que nos rodea y todo lo que nos venden está recubierto por un aroma de sostenibilidad y ecología. Salvar el mundo, protegerlo del desgaste humano se ha convertido en el objetivo principal de los gobiernos, las empresas y los clientes. El sector de la automoción se ha convertido en uno de los epicentros de la actividad y a todas las marcas se les llena la boca al decir que son sostenibles, verdes y respetuosas con el entorno. En parte están obligadas a decirlo. Sin embargo, un estudio demuestra que los SUV modernos contaminan más que los coches de hace 10 años. ¿En qué quedamos?

El mundo ha cambiado mucho en una década y no sólo lo decimos por la forma en la que nos movemos. En estos 10 años el mercado del automóvil ha visto crecer el segmento SUV hasta alcanzar volúmenes exagerados. Hoy son los coches más vendidos en todo el mundo. En Europa han provocado la desaparición de modelos tradicionales como las berlinas o los monovolúmenes compactos. Todo el mundo busca y desea un SUV atraídos por su diseño, su promesa de aventura y, en ocasiones, por su supuesta eficiencia. Sin embargo, ahora sabemos que esto último no es verdad.

Hace unos años los conductores no necesitaban grandes coches para mover a toda la familia

En Inglaterra han realizado un estudio muy detallado que extrae una conclusión muy básica: el tamaño del coche importa. Hace una década los coches eran más pequeños, pesaban menos. Hoy es muy corriente que un SUV compacto roce los 1.800 kilogramos. Algunos modelos más grandes con tecnología PHEV pueden alcanzar las 2.5 toneladas sin apenas inmutarse. Estas cifras atentan contra la lógica y la eficiencia. Cuanto más grande y pesado es un vehículo más energía requiere, más contamina. Es así de sencillo. Si a eso le sumamos el hecho de que muchas marcas se están deshaciendo de sus motores diésel, el problema se agrava.

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Hoy es corriente ver modelos como el X5 de BMW venderse principalmente con motores de gasolina de alta cilindrada. Las políticas europeas, supuestamente desarrolladas para proteger la contaminación, han provocado la situación totalmente contraria. Los índices de CO2 no sólo no bajan, sino que aumentan por este motivo. Es estudio recoge que un SUV de 2023 contamina más que un modelo equivalente de 2013. Una paradoja que tiene una difícil solución. La tendencia en el peso y el tamaño es alcista. Cada nueva generación es más grande y pesada que la anterior por diversos motivos. La seguridad uno de ellos.

Las normativas en cuestiones de protección obligan a ampliar los espacios de deformación de los vehículos, obligando a que las cotas crezcan. Sin embargo, el peso excesivo no sólo es un problema para la contaminación, también para la seguridad. Más masa implica más inercia y más inercia supone mayor fuerza de impacto. Numerosas asociaciones medioambientales están instigando a los gobiernos a cambiar el planteamiento con respecto a los SUV. Muchas exigen fijar impuestos especiales para los coches más grandes, pesados y contaminantes. Pagar por el peso de tu coche podría ser una razón para evitar la expansión SUV, pero por ahora sólo unas pocas ciudades y países han decidido adoptarla.

Fuente: The Guardian

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