Tata tendrá un SUV con tecnología Land Rover
Como propietaria de Jaguar y Land Rover, Tata no ha aplicado grandes conocimientos de estas marcas a sus vehículos de producción, aunque ahora la situación podría cambiar. El fabricante indio podría estar trabajando en un nuevo SUV que apuntase a la parte alta del segmento, utilizando para ello los conocimientos de Land Rover.
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Publicado: 31/08/2014 12:21
Cuando en 2008 Tata tomó el control de Jaguar y Land Rover, mucha gente se volvió escéptica. No entendía que el fabricante indio simplemente sería la casa matriz que haría que ambas marcas británicas pudiesen seguir adelante en la situación complicada en la que se encontraban. Tal vez alguno pensó que el nuevo Range Rover estaría basado en el Tata Grand Safari.
También se habló de que se llevaría la producción a India o de que bajaría la calidad, nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que durante los años que Jaguar y Land Rover llevan en manos de Tata estamos viendo el resurgir de ambas marcas, con los productos más interesantes y atractivos que jamás hayan tenido.
Lo que sí tenía sentido por otra parte era que el Grupo Tata utilizase el conocimiento de las dos marcas premium que tenía en su colección de empresas para beneficiar a su división automovilística. La verdad es que hasta ahora no hemos visto resultados de ello, pero en las cocinas se está trabajando en un nuevo SUV para posicionarlo en la parte alta de mercado, que portaría emblema Tata y tecnología Land Rover.
Era algo que tarde o temprano iba a llegar y que no tiene nada de malo. En un principio sería un modelo para la India, el Sudeste Asiático y Oriente Medio, Europa y Estados unidos serían regiones complicadas para comercializar un SUV de cierto precio bajo la marca Tata, que no tiene una imagen de marca muy lograda, y menos en ese segmento.
Para el nuevo modelo todo apunta a que se trabajará sobre la base del actual Land Rover Freelander, un modelo que en breve cesará su comercialización al ser sustituido por el Land Rover Discovery Sport. El modelo Tata no tendría nada que ver más allá de la plataforma, ya que se buscaría una imagen diferente. El interior también se diferenciaría, aunque obviamente con una calidad de construcción muy superior a la habitual en Tata. En el apartado mecánico el nuevo SUV utilizaría también una mecánica propia, el motor 2.2 diésel de 150CV que ya utilizan algunos modelos como el Tata Aria.
Se estima que la nueva apuesta de Tata podría llegar al mercado en el año 2017, con variante de cinco y siete plazas.
Fuente: Automotive News