Taxistas y flotas de empresa siguen apostando por el GLP para reducir el gasto de combustible y emisiones

Entre todas las tecnologías alternativas que se pueden elegir hoy día, el GLP mantiene su atractivo como combustible económico, ya que puede situarse como término medio entre mover un coche eléctrico y uno gasolina o diésel. El truco está, como hemos visto muchas veces, en su menor coste de producción -es un residuo al extraer petróleo o gas- y su baja carga de impuestos.

En el mercado de turismos nuevos ciertamente no es una opción predilecta, más bien minoritaria. De los 813.396 turismos matriculados en 2022, solo 14.526 vinieron de fábrica con capacidad para funcionar con GLP o gasolina (el 1,79% del mercado), aunque la cifra aumentó respecto a 2021, cuando se vendieron 12.895 unidades y fueron el 1,5% del mercado.

En otras palabras, aunque el mercado en general cayó un 5,36%, los vehículos de GLP aumentaron sus matriculaciones un 12,65%, por encima del 10,56% de crecimiento de los híbridos enchufables, aunque es un aumento pequeño en relación a cómo crecieron los eléctricos (+28,97%). Hay que tener en cuenta que la oferta de coches nuevos a GLP es muy escasa.

Fotografía: fotologic (Flickr) CC BY

Sin embargo, se pueden extraer conclusiones interesantes si nos fijamos en qué modelos son los más transformados a GLP. Hablamos de modelos que salieron de fábrica sin dicha capacidad, y que han sido adaptados a posteriori por parte de profesionales independientes. Todos los modelos Euro 4 o superior reciben el distintivo ECO al realizar la conversión (C+GLP = ECO).

La Asociación de Transformadores de Vehículos (ASTRAVE) publicó en enero la lista de los modelos más transformados a GLP en 2022, aunque no dio cifras. La lista se confeccionó con las conversiones realizadas por Gasmoción, Ircongas y Gaspoint Center, aunque hay más empresas de ese tipo en España. Nos sirve para hacernos una idea.

En los puestos 1º, 2º, 6º y 7º destaca la marca Toyota, cuyos modelos Prius/Prius+, Corolla, RAV4 y Auris son los preferidos para usar GLP. Se da la circunstancia de que la mayoría de esos coches son híbridos, por lo que son combinaciones muy económicas al ya consumir poco en origen. La marca Dacia es la segunda más importante en transformaciones, lideran la tabla los Duster y Sandero.

Fuente: Astrave

Estos datos nos sugieren que hay muchos taxistas y flotas de VTC/empresa detrás de estas conversiones, ya que cuando se convierten modelos que de por sí consumen poco, los plazos de amortización no son cortos, pero ningún problema para los que hacen más kilómetros, que recuperan la inversión rápidamente.

Curiosamente, Dacia ofrece varios modelos a GLP de fábrica, aunque no con cualquier motorización, lo cual lleva a muchos conductores a transformar versiones gasolina «puras»

Hay una segunda derivada en estos resultados, que son modelos no tan modernos, porque el típico cliente que transforma un Porsche Cayenne, el noveno de la tabla, no lo tiene nuevo, sino que lo adquiere usado a un precio interesante pero le asusta su consumo. Además, modelos como el Mondeo o el Tipo no son los predominantes entre particulares desde hace tiempo.

¿Hay particulares que piden estas conversiones? Desde luego, la inversión se recupera antes de los 100.000 km como norma general, y el beneficio es mayor cuanto más consume el coche, ya que se suele ahorrar una media en combustible del 40% respecto al uso de gasolina normal. El consumo en l/100 km aumenta un poco, pero el litro de GLP cuesta casi la mitad. Por otra parte, durante 2022 las cuentas con GLP fueron muy favorables gracias al descuento gubernamental de 20 céntimos.

No hay muchos puntos de repostaje de GLP en España, pero son relativamente fáciles de localizar en ciudades y rutas principales, y se tarda en repostar casi lo mismo que un modelo gasolina

La proliferación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en ciudades de más de 50.000 habitantes en España puede actuar de revulsivo para incentivar las conversiones, que hace años que no tienen subvenciones públicas, pero el sector privado sigue echando una mano con cheques de combustible (sobre todo, Repsol).

Todo gasolina desde 2006 es candidato a recibir el distintivo ECO, porque son modelos Euro 4 por lo menos. También se convertirían en ECO todos aquellos Euro 4 matriculados antes de 2006 y que fueron convertidos a GLP. Es una medida mucho más económica, y de lejos, que vender el coche y comprar uno nuevo a baterías o híbrido enchufable. Gozan de las mismas -escasas- restricciones que los híbridos sin enchufes.

Otras ventajas son las que llevamos comentando años: más autonomía (se combinan dos depósitos), las emisiones de CO2 se recortan un poco y las contaminantes también, es una tecnología madura, contribuye a la economía circular y el negocio de las PYME, no obliga a cambiar los hábitos sustancialmente ni hay problema alguno si se acaba el gas (se pasa automáticamente a consumir gasolina).