Los taxistas franceses declaran la guerra a Uber en las calles
Tras la expansión de Uber en las ciudades francesas de Marsella, Estrasburgo y Nantes, los taxistas se han declarado en huelga. Los ánimos están muy encendidos y ya hay documentadas varias agresiones a conductores de Uber, así como a sus pasajeros
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Publicado: 25/06/2015 20:00
Fotografía: Carlos ZGZ (Flickr) Dominio público
Francia prohibe a Uber su servicio entre particulares (UberPop), pero la aplicación sigue operativa y unas 400.000 personas la usan habitualmente, según la empresa americana. Los taxistas, en un movimiento a la desesperada, han convocado una jornada de protesta que se ha dejado notar en las principales ciudades y algunos aeropuertos, creando grandes dificultades para circular.
Al igual que ha pasado en otras ocasiones, esta huelga es una publicidad impagable para Uber, y varios usuarios reportan en redes sociales que no hay coches disponibles para atender la demanda de viajeros. En las imágenes de televisión se pueden ver varios coches volcados o con cuantiosos daños, provocados por taxistas exaltados.
Mientras la justicia no bloquea por completo la aplicación, se están dando lugar episodios de violencia, el más mediático lo ha divulgado Courtney Love (conocida como la viuda de Kurt Kobain), como puede verse en Twitter y en Instagram. También ha salpicado la protesta a los conductores profesionales de Uber y VTC, con un encaje totalmente legal según la legislación francesa.
En nuestro país las protestas no fueron tan intensas, exceptuando el incendio de dos coches que trabajaban para Uber, y algunos conductores increpados verbalmente, sin lesiones. La empresa americana está tensando la cuerda, sí, pero la violencia física es injustificable en un estado de derecho.
En España, Uber no opera en la modalidad UberPop, aunque tiene un servicio de reparto de comida solo en Barcelona, dentro de un área delimitada. La estrategia de la empresa de Travis Kalanick es la de aguantar hasta el último minuto, cuando la justicia prohíbe su actividad, o cuando finalmente se acepta que sigan operando, caso de EEUU.
