Cómo Tesla ha servido de inspiración a Ferrari, pero nunca será algo más que un medio de transporte para ir de A a B
Benedetto Vigna, CEO de Ferrari, ha hablado de la influencia de Tesla en la automoción, el proceso de electrificación de la marca italiana, el éxito desbocado alcanzado por sus últimos modelos y el futuro de los automóviles de lujo.
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Publicado: 13/02/2023 16:30
Ferrari nombró a Benedetto Vigna como CEO de la marca en junio de 2021. El dirigente italiano llegaba procedente de STMicroelectronics, la empresa a través de la cual Vigna ayudó a Apple a ser pionera en la tecnología de sensores de pantalla en el iPhone 4, que ahora se usa ampliamente en teléfonos inteligentes y sistemas de navegación de vehículos en todo el mundo.
Ya bien entrado el otoño de 2021, Vigna asumió el cargo hasta ese momento ocupado de manera temporal por John Elkann y, desde entonces, Ferrari no ha hecho más que crecer y acumular éxitos comerciales en un segmento tan exclusivo y complicado como es el de los vehículos de lujo.
«La clave es cómo extraer la mejor emoción del uso de la tecnología, dando algo único a los clientes. Esto no cambia si el tren motriz es eléctrico»
Más de un año después de ponerse al mando, Vigna ha analizado la actualidad del sector automotriz desde una perspectiva muy diferente a la de la mayoría de fabricantes. Lo ha hecho mediante una entrevista concedida a Bloomberg, en la que entre otras cosas reconoce la influencia positiva de Tesla en la industria.
Tesla y los coches eléctricos
Tesla tiene 20 años de historia, mientras que Ferrari suma ya más de 75 años en la industria. Sin embargo, la compañía fundada por Elon Musk ha supuesto un soplo de aire fresco para la automoción.
No sólo por el hecho de impulsar la introducción del coche eléctrico, sino por el modo en que ha cambiado la forma de entender la industria.
«Fue una llamada de atención. Las cosas solían suceder demasiado lentamente», admite Benedetto Vigna. «Tesla sacudió la industria y aceleró procesos y decisiones. Eran más rápidos y ágiles».
El éxito de Tesla ha forzado a muchos fabricantes a reconfigurar sus prioridades. Y, si bien Ferrari es una de las marcas que menos prisa tiene en electrificar por completo su gama de vehículos, no escapa a esa necesidad. Pero cuidado, porque Ferrari no puede permitirse hacerlo de cualquier modo.
«Hay coches funcionales, que tienen el objetivo de mover personas del punto A al punto B emitiendo cero dióxido de carbono. Para mí, Testa es un coche funcional. Está destinado a ir de un punto a otro», reflexiona Vigna.
«Por otro lado, hay coches emocionales que te brindan una experiencia de conducción única, como los Ferrari», señala a continuación. «La electrificación es una nueva forma de brindar a nuestros clientes una experiencia de conducción única».
«Y no tengo ninguna duda de que nuestros sistemas de propulsión eléctricos brindarán a los clientes la misma emoción que los motores de combustión. La clave es cómo extraer la mejor emoción del uso de esta tecnología, dando algo único a los clientes», desarrolla el CEO de Ferrari.
«La emoción de conducir es una combinación de factores: aceleración longitudinal, aceleración lateral, sonido, cambio de marchas y frenado. Esto no cambia si el tren motriz es eléctrico», reitera.
La hoja de ruta de Ferrari hacia la electrificación
Actualmente, Ferrari no cuenta con ningún vehículo eléctrico en su gama, pero ya trabaja en el primero. Según confirma el propio Vigna, la casa italiana «va por buen camino para presentar el primer Ferrari totalmente eléctrico en 2025. Eso significa que saldrá al mercado el año siguiente».
Vigna es consciente de que existe la «percepción de que Ferrari ha sido más lento con respecto a la electrificación que algunos competidores», pero niega que dicha afirmación se ajuste a la realidad.
«Eso no es cierto. Simplemente creo que una empresa como la nuestra no puede imponer ninguna opción a los clientes, y es por eso que seguiremos ofreciendo una combinación de tecnología mientras sea factible», argumenta el italiano. «Eso significa motores de combustión interna, híbridos y modelos completamente eléctricos».
A continuación, el CEO de Ferrari pone como ejemplo el exitoso Ferrari Purosangue. «Eso muestra que todavía hay espacio para una combinación de tecnología. Hemos llenado la cartera de pedidos cuatro veces más rápido que nuestro plan original. Aún así, puedo reiterar que la contribución de Purosangue a nuestras entregas no superará el 20 % durante el ciclo de vida del modelo».
La tecnología está sobrevalorada
Uno de los efectos secundarios de la cada vez mayor importante que se le da al coche eléctrico es el auge de la tecnología, así como la importancia que se le da a esta en los vehículos actuales.
Sin embargo, Vigna considera que «la electrificación es sólo una parte del pastel y, de hecho, hay demasiada publicidad sobre ella, así como sobre el software y el debate sobre la necesidad de consolidar la cadena de suministro.
Alineándose con quienes consideran que el coche eléctrico se encuentra atrapado en una burbuja que tarde o temprano se pinchará, Vigna reitera que «la mayoría de las personas se fijan demasiado en la tecnología en sí, por lo que hay personas que hablan de cosas como el flujo axial, el flujo radial y la densidad de potencia, cuando lo más importante es la percepción del cliente», insiste Vigna.
«Electrificar coches es relativamente fácil desde el punto de vista tecnológico. La clave está en cómo extraer la mejor emoción por el uso de esta tecnología que desea proporcionar al conductor. La tecnología es sólo una herramienta, y creo que se invierte demasiado dinero en esto, y esto se debe a que hay una falta de conocimiento profundo», amplía.
La industria del lujo está en peligro
El mundo es cada vez más imprevisible y, en los últimos años, la sociedad ha tenido que hacer frente a múltiples crisis de diferente índole. Esto ha provocado incertidumbre, empobrecimiento y una debilitación de la economía, entre muchas otras cosas.
A consecuencia de ello y otros factores, las nuevas generaciones piensan, actúan y buscan cosas diferentes, por lo que industrias como la del lujo se ven en peligro. Algo que, de momento, no ha afectado a la salud financiera de Ferrari, pero que amenaza con hundirla si no es capaz de adaptarse a los nuevos tiempos.
«No veo ninguna amenaza específica para Ferrari», afirma Vigna para comenzar, pero reconoce que sí «existe una amenaza para la industria del lujo en general: ¿cómo reaccionarán las nuevas generaciones ante los artículos de lujo?», se pregunta.
«Por eso estoy poniendo mucha atención en la sostenibilidad, un verdadero plan de acción de sostenibilidad. Cuando digo que queremos ser neutrales en carbono para finales de 2030, quiero decir que para finales de 2030 quiero reducir drásticamente las emisiones», concluye.
Fotos: Ferrari