Tesla da marcha atrás en uno de sus objetivos más ambiciosos con sus coches eléctricos
El panorama actual en Tesla es bien distinto al que se respiraba en la marca norteamericana hace no mucho. Los planes están cambiando y eso está haciendo que incluso Elon Musk esté 'recogiendo el cable', de algún modo, con sus aspiraciones eléctricas.
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Publicado: 24/05/2024 10:30
Todos conocemos a Tesla como fabricante líder en coches eléctricos, y es totalmente cierto. En 2023 siguió siendo la marca que más vehículos eléctricos ha vendido a nivel mundial. Sin embargo, en este arranque de 2024 las cosas no están yendo tan bien en la marca norteamericana.
Ateniéndonos a los números, durante el primer trimestre del año sus ventas han caído un 8,5 por ciento, a la par que sus ingresos, un 9 por ciento menos, mientras que su beneficio neto se redujo en un 55 por ciento en las tasas interanuales.
La desaceleración global en la demanda de coches eléctricos, la guerra de precios ya generalizada (iniciada por ellos en 2023), la cada vez más dura competencia y, por qué no, la también 'guerra' de aranceles que se avecina están suponiendo y supondrán fuertes impactos en Tesla, como ya lo fue el despido del 10 por ciento de su plantilla mundial.
Cambios en su estrategia para el 2030
Desde el año 2020, cuando el CEO de la marca Elon Musk dijo que Tesla aspiraba a vender 20 millones de coches al año para el 2030, sus informes anuales de impacto han ido reforzando esa idea… hasta este año.
Un plan ambicioso, no cabe duda, ya que suponía incluso doblar la cifra de coches entregados por el mayor fabricante del mundo, Toyota. En 2023, por cierto, Tesla alcanzó un récord de entregas de 1,8 millones, sin poder cumplir, eso sí, su objetivo de 2 millones.
El último informe publicado por Tesla es ciertamente revelador: en este ya no figura su objetivo de llegar a los 20 millones de coches eléctricos para finales de esta década. Los planes de Tesla, como hemos podido comprobar en los últimos meses, se están reenfocando.
La aspiración de Tesla ahora de cara a los próximos años es «sustituir los combustibles fósiles vendiendo tantos productos de Tesla como sea posible y, para ello, hacerlos más accesibles», pero sin nombrar en ningún momento el objetivo del 2030.
La marca es una empresa de robótica y de Inteligencia Artificial, ha insistido Musk en varias ocasiones, y no un fabricante de automóviles. Algo que choca con lo visto en los últimos años, pero que toma todo el sentido cuando vemos que Tesla está enfrascada en su próximo desarrollo clave.
Objetivo robotaxi… y Tesla Model 2
Elon Musk ha prometido que el próximo 8 de agosto se realizará el lanzamiento de su robotaxi, el Cybercab. Entre los planes de la marca están también el desarrollo de su robot humanoide Optimus, el cual ya se ha podido ver 'trabajando' cerca de las líneas de montaje en una de las Gigafábricas de Tesla.
En cuanto a su futuro automovilístico puro y duro, la compañía norteamericana priorizará aumentar ligeramente el volumen de producción aprovechando de forma más eficiente sus actuales instalaciones, sin invertir de momento en nuevas ubicaciones, al menos en el corto plazo.
Esto afecta también a sus próximos coches baratos, una de las mayores promesas de Elon en los últimos años. El Tesla de los 25.000 dólares, que venimos llamando Model 2, podría hacerse realidad a finales de este mismo año y empezar a producirse ya en 2025.
Por el momento, las últimas noticias en Tesla ya le han provocado una caída del 3,5 por ciento de sus acciones, alcanzando ya una caída del 30 por ciento en lo que va de año.
Fuente: Reuters